La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) estudia emprender acciones legales ante unos «servicios mínimos abusivos» establecidos por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) ante la huelga de facultativos que arrancó el pasado martes, 11 de abril. Por eso, la organización convocante acusa a la Administración de querer «reventarla».
A través de un comunicado emitido a los medios horas antes de la primera reunión que mantendrán ambas partes desde el inicio del paro, CESM critica la «imposición unilateral» de los servicios mínimos por parte de la Consellería de Sanidade, puesto que «en algunos casos» como en el área de hospitalización del Hospital de Monforte (Lugo) «llegan a incrementarse un 28,7 por ciento» sobre los acordados antes del arranque de la huelga.
Por eso, el sindicato considera que la Xunta busca «reventar» el paro «pisoteando un derecho fundamental». A esto suma la «falta de planificación, previsión y control» de la Dirección Xeral de Recursos Humanos del Sergas porque, apenas una semana desde que comenzó el conflicto, tuvo que «aumentar considerablemente» los servicios mínimos.
Además, la central cuestiona los datos oficiales de seguimiento ofrecidos por la Administración –a lo largo del martes lo situaba en el 11,69% para el turno de mañana y en el 3,87% para el de la tarde– y no entiende por qué «es necesario redoblar hoy los servicios mínimos» si las cifras son similares o, incluso, inferiores a la semana pasada.
A la vista de todo ello, CESM reclama que «debería ser sustituido» por «incompetencia» el departamento de Recursos Humanos que dirige Ana Comesaña, con la que el sindicato se reunirá este miércoles por la tarde; o que, en su lugar, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, dé «explicaciones sobre el seguimiento real de la huelga».
Y es que no ven «entendible» que, tras una semana en la que se anularon más de un millar de cirugías y decenas de miles de consutlas, el conselleiro «no se haya dignado en reunirse con el comité de huelga».
Por eso, cuestionan su «liderazgo» porque «un líder se ocupa personalmente de los conflictos, de su prevención, manejo y resolución», sin que «se pueda delegar».