La sede de la Consellería de Sanidade, en Santiago, ha acogido este miércoles por la tarde una jornada multidisciplinar sobre mujeres y salud mental que ha abordado cuestiones como la violencia machista, los roles de género y las malas experiencias durante el parto que pueden derivar en trastornos o patologías.
El evento, que ha llevado por título ‘Saúde mental na muller: visión 360º’, ha sido inaugurado por el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, quien ha reivindicado los planes implantados en el Servizo Galego de Saúde (Sergas) tanto por la igualdad de mujeres y hombres como en el plano de la salud mental.
El conselleiro ha incidido en el «reto» que supone que el sistema público aborde las diferencias entre géneros «desde diferentes ópticas»: la sanitaria, la científica y la jurídica. Por eso, estas jornadas han contado con profesionales de todos estos ámbitos.
En primer lugar, García Comesaña ha destacado el plan gallego de salud mental 2020-2024, que contempla casi un centenar de proyectos y cuya implantación se vio acelerada por la irrupción de la pandemia de la covid-19.
Uno de los ejes de esta estrategia está dedicado a la infancia y la adolescencia. De hecho, entre las actuaciones prioritarias está la creación de hospitales de día infanto-juveniles en las siete áreas sanitarias: este año empezarán a funcionar los de Ferrol y A Coruña, mientras que en 2024 se cerrará este compromiso con el arranque del de Pontevedra.
En cada una de estas unidades, tal y como ha detallado el titular de Sanidade de la Xunta, habrá un psiquiatra nuevo, un psicólogo clínico, un trabajador social y un enfermero especializado.
De igual modo, el plan prevé la creación de una segunda unidad de ingreso infanto-juvenil, tras la de Santiago, que estará en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. «Va a permitir duplicar las camas disponibles para ingresos», ha destacado el conselleiro, tras lo que ha apuntado el aumento de personal que va a suponer.
Precisamente, García Comesaña ha puesto el foco en los refuerzos de recursos humanos implementados, como la incorporación –al amparo del plan– de 241 nuevos profesionales de salud mental antes de 2024, de los que llevan contratados unos 130.
Junto a esto, están las más de 170 plazas estables de Psiquiatría, Psicología Clínica y Enfermería de Salud Mental que habrá este año a través de la nueva convocatoria por concurso de méritos.
También ha puesto el foco el conselleiro de Sanidade en las diferentes estrategias y protocolos aprobados en el Sergas para atender a víctimas de agresiones sexuales y de violencia machista, así como para actuar ante casos sospechosos de sumisión química.
MESAS REDONDAS
La primera mesa redonda, dedicada a Manuela Barreiro –primera mujer en graduarse por la Universidade de Santiago de Compostela, concretamente en Farmacia–, ha estado moderada por la subdirectora xeral de Atención Primaria del Sergas, Sinda Blanco.
En este coloquio han participado Paula Cores, psiquiatra del Hospital Lucus Augusti de Lugo; Julio Rodríguez, genetista de la Fundación Publica Galega de Medicina Xenómica; David Gómez, ginecólogo del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo; y Nerea Nieto, una ferrolana que ha contado su experiencia como paciente psiquiátrica.
Paula Cores ha explicado cómo los servicios de salud mental del Sergas fueron «los que más se vieron limitados» por la pandemia de la covid. El de las mujeres, de acuerdo con la experta, fue uno de los colectivos más afectados por el aislamiento y la interrupción de la vida cotidiana, porque además de trabajar desde casa se tuvo que encargar «de lo que todavía se supone que tiene que hacer la mujer», que es «cuidar de la familia», tal y como establecen los roles de género.
Además, la psiquiatra ha hecho hincapié en cómo, a raíz del encierro por el coronavirus, «se incrementó muchísimo» la violencia machista y la sexual. Así, ha llamado a contar con equipos «multidisciplinares» en el Sergas para prevenir y luchar contra esta lacra.
El genetista Julio Rodríguez se ha centrado en cómo, a pesar de que mujeres y hombres cuentan con «el mismo índice poligénico», ante la salud mental hay más factores de carácter social como son los roles de género y el peor acceso al trabajo, entre otros.
Por eso, y porque las mujeres «verbalizan mucho más» sus sentimientos, ellas son mayoría entre los pacientes que acuden a un psiquiatra o a un psicólogo. En este sentido, la subdirectora xeral de Atención Primaria del Sergas ha señalado que, el año pasado, el 65 por ciento de las consultas en este ámbito fueron de mujeres.
En el plano de la maternidad, el ginecólogo David Gómez, del Álvaro Cunqueiro, ha sacado a debate otra cuestión para instar a todos sus compañeros a concienciarse y mejorarla: hay madres que desarrollan algún trastorno mental porque «no tuvieron una buena experiencia».
Este profesional también ha señalado cómo una peor salud mental puede guardar relación con un mayor riesgo a padecer un embarazo no deseado.
EXPERIENCIA «NO MUY CORRECTA» EN ATENCIÓN PRIMARIA
La voz más reivindicativa la ha llevado Nerea Nieto, una paciente de Ferrol que padeció una patología psiquiatra y que ha relatado, ante responsables del Sergas, su experiencia «no muy correcta» en Atención Primaria. «Entiendo que no hay medios, no hay tiempo… No sé muy bien por qué, pero la atención no fue bien», ha aseverado.
No obstante, ha reconocido que, una vez fue atendida por un psiquiatra y una psicóloga, recibió un trato «increíble, muy personal» que favoreció su mejoría. Por eso, ha recomendado a los responsables de la Consellería allí presentes que se mejorase «un poquito más» la atención a la salud mental en Primaria.
La segunda de las mesas redondas ha estado dedicada a Olimpia Valencia, la primera ginecóloga gallega, y ha contado con la periodista Isabel Pichel como moderadora y con la participación del psiquiatra Alexandre García, de la magistrada especializada en violencia de género María Paz Filgueira, de la coordinadora de la comisión sociosanitaria de Cogami, Laura Quintas, y de la secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella.
Esta última se ha centrado en agradecer el trabajo de todas las asociaciones que colaboran habitualmente con su departamento y ha destacado a los Centros de Información á Muller (CIM) como «otra de las puertas», igual que lo es el Sergas, para la atención contra la violencia de género.
No en vano, López Abella ha aprovechado para sacar pecho del trabajo «transversal» realizado en la Xunta por la igualdad.