El juicio contra la empresa Lidl, acusada por los trabajadores de la plataforma logística de Narón de abastecer sus supermercados con productos de otros almacenes y movilizar a trabajadores de otras plantas mientras la plantilla está en huelga, ha quedado visto para sentencia.
La vista se ha iniciado pasadas las 12,30 horas y, previamente, los empleados de esta compañía, que cumplen en esta jornada 43 días en huelga indefinida reclamando que se cumpla su convenio colectivo, la contratación de más personal y una mejora en sus condiciones laborales, se han concentrado ante la sede judicial, en la calle Coruña de Ferrol.
El secretario del comité de empresa, Hugo Fernández (CIG), ha criticado a la dirección, ya que «no les importan los trabajadores que llevan más de 40 días en la puerta, desde el 14 de febrero». «No se sienta ni a escuchar lo que pedimos», ha reprochado.
Asimismo, ha considerado que tienen «una actitud chulesca, limitándose a contratar seguridad privada para ellos», como si fueran «unos delincuentes».
Pese a esto, ha destacado «la unión» de toda la plantilla. «Estamos en esta huelga el 100%, además de trabajadores temporales, que lo tienen más difícil para secundar una huelga de este tipo», ha detallado.
Al mismo tiempo, ha insistido en que la patronal «hace ilegalidades», al trasladar de otros centros logísticos la mercancía para los establecimientos de Galicia, Asturias y parte de Castilla y León.
En este sentido, ha relatado que si después de más de 40 días de huelga hay mercancía en las tiendas y no tienen las persianas bajadas, «está claro de dónde vienen, ya que ellos preferirán vulnerar el derecho a la huelga y seguir vendiendo».