El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha pedido al nuevo ministro, José Miñones, que cuente con las enfermeras para las reformas que necesita el Sistema Nacional de Salud (SNS).
«En estos momentos, el sistema de salud está muy debilitado tras la pandemia, que ha hecho aflorar muchas áreas vulnerables. Por tanto, toca redefinir bien el Sistema Sanitario español y plantear una buena planificación de cara a resaltar los puntos fuertes que tiene y minimizar las áreas deficitarias. Y para ello es preciso que las enfermeras, los profesionales más numerosos de nuestro sistema sanitario, que están las 24 horas, los 365 días del año con los pacientes, también tengan voz en que en las reformas que necesita urgentemente nuestra Sanidad», ha señalado Pérez Raya.
En este sentido, y después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya destacado que la vacunación contra el coronavirus ha convertido a España es un «referente internacional», Pérez Raya ha recordado que la vacunación es un acto cien por cien enfermero.
«Son las enfermeras españolas las que han liderado todo el proceso, y han inoculado casi 100.000 dosis desde que se iniciara la vacunación. Su profesionalidad y buen hacer son los que han contribuido de forma decisiva a atajar la pandemia que nos ha asolado los últimos tres años», ha argumentado.
Por ello, ha pedido que se las valore, «no sólo por su lucha durante la pandemia, sino también para finalizar todos los proyectos que están todavía pendientes, así como poder poner en marcha cualquier medida que esté dirigida a mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y la seguridad clínica de los ciudadanos, y a conseguir los mejores cuidados posibles para los pacientes.
Así, ha recordado que en sus dos años de mandado Carolina Darias «no tuvo tiempo para reunirse» con los representantes de las enfermeras ni una sola vez. Algo que esperan que, pese al poco tiempo que queda antes de las próximas elecciones generales de final de año, solucione Miñones. Para el CGE resulta «positivo» el relevo, ya que quien lleve las «riendas de la sanidad» a nivel estatal debe estar «plenamente focalizado» en su trabajo y «no es compatible» con exigencia de la campaña electoral para un puesto municipal.
Para el Consejo General de Enfermería, el nuevo ministro de Sanidad, del que ha valorado muy positivamente el hecho de que proceda del mundo sanitario, debe trabajar en resolver los «grandes temas» de la profesión y del conjunto de la sanidad, como el desarrollo definitivo de nuestras especialidades y de la prescripción enfermera, la defensa del carácter universal de la Sanidad, el reconocimiento de nuestra categoría profesional como graduados y especialistas, en situación de igualdad con el resto de grados, así como la mejora de ratios de profesionales.
«En materia laboral, basta ya de aplausos y palmaditas en la espalda, tenemos que trabajar para erradicar la indignidad, casi esclavitud, de los contratos temporales y mejorar las condiciones laborales de todos los profesionales incluyendo, por supuesto, los salarios. Al igual que ya sucede en varios países, e incluso en el seno de la Organización Mundial de la Salud, es preciso que el Ministerio de Sanidad cree el cargo de Jefa de Enfermería, para que haya una enfermera asesorando en todas las políticas y campañas que ponga en marcha», ha zanjado.