El vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, ha asegurado este miércoles en el Parlamento que la autorización de Augas de Galicia del vertido de aguas residuales depuradas de la mina de San Finx «se ajusta escrupulosamente a lo establecido en la normativa vigente de aplicación y que su tramitación se desarrolló con todas las garantías para las partes implicadas».
Así respondía a una interpelación formulada cojuntamente por los grupos socialista y nacionalista en el Parlamento, donde ha recordado que la autorización del vertido «no permite el desarrollo de la actividad minera en ese punto de la explotación».
Tal y como ha apuntado, para poder llevar a cabo a fase de explotación minera en la planta quinta e inferiores, que están inundadas, el titular de los derechos debe presentar y tramitar la actualización de proyectos, y esta autorización debe someterse previamente a la tramitación ambiental.
La autorización del vertido está supeditada al cumplimiento de 18 requisitos para la correcta gestión de las medidas de depuración y a la atención estricta de las normas de calidad ambiental y se hará un seguimiento y control exhaustivo para evitar la afición del río Pesqueiras o arroyo de Rabaceiros.
«La Xunta trabaja a favor de una minería responsable y sostenible, que cumpla escrupulosamente con la normativa vigente y con los parámetros de calidad ambiental establecido», ha insistido Conde, que ha acusado a la oposición de «retorcer la realidad».