Galicia ha afeado al Ministerio de Sanidad que «no acordase» la decisión sobre la retirada de las mascarillas en el transporte público, una decisión que ahora irá a Consejo de Ministros para hacerse efectiva y de la que, según las fuentes consultadas, solo se «hizo partícipe» a las comunidades sin pedir o tener en cuenta su opinión.
Según ha informado la Consellería de Sanidade en un comunicado, el titular de este departamento autonómico, Julio García Comesaña, en la reunión telemática de la tarde de este jueves se trasladó este malestar por las «maneras» de informar sobre esta decisión.
Así, Comesaña ha observado «no solo el malestar de Galicia, sino también de otras comunidades» por «no consultar nid ebatir sobre la retirada de las mascarillas en el transporte público», que no llevó ni siquiera a la ponencia de alertas ni a la Comisión Nacional de Salud Pública.
En este sentido, la Xunta recuerda que «siempre defendió que este tipo de decisiones deben de tener soporte técnico» y que «hay que escuchar a los expertos». Por ello, Sanidade ha considerado que la ministra «no respetó el espíritu de cogobernanza que debe presidir este tipo de toma de decisiones».
PLAN DE INFRAESTRUCTURAS
Por otro lado, sobre el plan de infraestructuras y equipamientos del Ministerio de Sanidad, el máximo responsable de la sanidad gallega ha subrayado que los fondos destinados a Galicia, sobre 37 millones, «son bienvenidos, aunque ni nuevos equipamientos ni nuevas infraestructuras podrán resolver el principal problema que es la falta de médicos especialistas».
«Necesitamos médicos de familia», ha reiterado el conselleiro de Sanidade. Los fondos que destinará el Ministerio de Sanidad a la atención primaria gallega equivalen al 2,4% del presupuesto de la Xunta –que tiene las competencias sanitarias transferidas– en este nivel asistencial.
Precisamente, tras la reunión del Consello de la Xunta de este jueves, el propio conselleiro de Sanidade informó de que Galicia prepara un proyecto de decreto que buscará incentivar y promover que más profesionales del Servizo Galego de Saúde (Sergas) accedan a ser tutores de la formación sanitaria especializada, es decir, de los médicos internos residentes (MIR) y enfermeros internos residentes (EIR), entre otros.
Entre las medidas que incluirá este texto, que la Xunta confía que entre en vigor a partir de mayo, con la nueva convocatoria, están dar mayor puntuación en procesos selectivos y concursos de traslados, garantizar que sus agendas tendrán tiempo reservado para esta labor de tutorización y, en el caso de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, la posibilidad de alcanzar en menor tiempo nuevos grados en la carrera profesional –lo que se traduce en mayores retribuciones–.