La CIG-Saúde defiende «activamente» y apuesta por «potenciar» la dedicación exclusiva de los médicos que trabajan en el Servizo Galego de Saúde (Sergas), de modo que aquellos que lo compatibilizan con el sistema privado no puedan cobrar el complemento específico, que ronda los 900 euros brutos mensuales.
El sindicato nacionalista defiende esta postura a favor de la exclusividad de los facultativos frente a otros colectivos que reclaman a la Consellería de Sanidade una mayor compatibilidad entre los sistemas público y privado. De hecho, el sindicato médico O’Mega está en plena ronda de consultas para decidir si convoca una huelga, con el complemento específico en el foco de sus reivindicaciones.
Frente a esta postura, el secretario nacional de CIG-Saúde, Manuel González Moreira, señala en un comunicado que está «plenamente justificado» que los médicos que «se comprometen a trabajar en exclusividad para el sistema público se les retribuya de una manera especial ese compromiso de no trabajar también para otra empresa». Moreira insiste en que ese compromiso «contribuye positivamente a la calidad del sistema público».
Por un lado, «permite evitar el potencial conflicto de intereses que se origina cuando una médica o médico de la sanidad pública trabaje también en la sanidad privada», algo que es «especialmente evidente» en caso de puestos de jefaturas.
Por otro, tal y como subraya el responsable de CIG-Saúde, potenciar la dedicación exclusiva, que debe retribuirse «adecuadamente», facilita que los sanitarios del Sergas puedan disponer «de más tiempo para su actualización profesional».
Por lo demás, González Moreira argumenta que en las empresas privadas existen medidas como las que recoge el artículo 21 del Estatuto de los Trabajadores, que habla del «pacto de no concurrencia» que impide que una persona trabaje para otras firmas en base al principio de evitar la competencia desleal, lo que «no se considera discriminatoria la diferencia salarial».