El BNG y el PSdeG han avanzado que apoyarán la iniciativa del grupo mayoritario, el Popular, que reclama al Gobierno celeridad en la llegada a Galicia de los trenes Avril con los que podrá extenderse la alta velocidad ferroviaria a todas las ciudades gallegas y que, hasta el momento, sólo opera hasta Ourense.
A primera hora de la tarde de este martes ha tenido lugar el debate de la proposición no de ley llevada a la sesión plenaria del Parlamento gallego por el PP, cuyo diputado José Manuel Balseiro ha incidido en que Galicia «merece saber» cuándo llegarán estos trenes, «cuántos» serán y «de qué tipo» pues, como ha recordado, no todos tienen las mismas características.
El parlamentario popular ha lamentado el retraso de la llegada de estos trenes, todavía pendientes de entrega por parte de la compañía Talgo, con la que el Gobierno central firmó un contrato en 2017 que situaba el pasado verano en la fecha de entrega.
«No pedimos nada que Galicia no merezca. Nada que las fuerza de esta cámara no puedan votar a favor si son coherentes con lo que defienden», ha añadido Balseiro, que ha desfiado a BNG y PSdeG a elegir entre situarse «con Galicia» o «con Pedro Sánchez».
Durante su turno de palabra, la oposición ha coincidido en respaldar la necesidad de que estos trenes entren en funcionamiento cuanto antes siempre que sea con el máximo respeto a las medidas de seguridad y una vez superadas «todas» las pruebas que hagan falta.
Así lo ha manifestado el diputado nacionalista Luís Bará, quien ha incidido en que la demanda de celeridad debe ir acompañado a la exigencia de «que se cumplan todas las normativas de seguridad».
«Ya tuvimos un Angrois, que tuvo que con decisiones que se tomaron con decisiones en las que la seguridad no fue lo más prioritario», ha apostillado.
En este sentido también ha ido la intervención de la parlamentaria socialista Patricia Otero. «Pedir agilidad no es adecuado sin pedir toda la seguridad. Por pedir ahora presión y agilidad no podemos asumir riesgos», ha remarcado.
Así, ha incidido en que en la actualidad los trenes se encuentran en fase de pruebas, de características «muy complejas y delicadas» pues se trata de material rodante capaz de circular a 330 kilómetros. «No podemos asumir ningún tipo de riesgo», ha apostillado.