El Gobierno gallego ha aprobado este jueves un plan que plantea para 2023 «intensificar» la actividad en los centros de salud y en los hospitales de la comunidad para alcanzar, mediante nuevos programas y la autoconcertación (labor que se realiza fuera de la jornada ordinaria), un objetivo: reducir las listas de espera a niveles «mejores» a los alcanzados en el año 2019, antes de la pandemia.
Rueda ha reconocido este jueves que, tras alcanzar la Comunidad en este ejercicio unos tiempos «históricos», durante la pandemia se produjo un «empeoramiento». Ahora, el objetivo que se marca el Ejecutivo autonómico es reducir en un 23% los tiempos de espera mínima para actividad de consultas y pruebas diagnósticas, y en un 26% las de de operaciones.
A efectos prácticos, de cumplir los objetivos de su plan y de acuerdo con los datos que ha repasado el propio Rueda, el tiempo medio para la primera consulta hospitalaria que se consiguió antes de la pandemia fue de 42 días, por lo que en 2023 se conseguiría bajarlo. En el ámbito de las cirugías, la espera media se situaría por debajo de los 55 días de 2019.
Para ello se continuará tirando de la autoconcertación por las tardes, es decir, se va a mantener el refuerzo de la actividad fuera de jornada ordinaria, pero también se impulsarán medidas extraordinarias a través de varias vías, como poner el foco en los pacientes crónicos, o agilizar la atención para la adolescencia y la infancia (también en el ámbito de la salud mental), y en los mayores de 90 años.
Los hospitales comarcales también verán reforzada la actividad y, según Rueda, se harán más operaciones –hasta 4.250 cirugías adicionales–.
Más allá, en lo que respecta a los programas de autoconcertación, que ya se realizan de forma «tradicional», se prevé que en jornada no ordinaria se realicen 20.600 cirugías, 124.000 consultas y 54.400 pruebas diagnósticas.
(Habrá ampliación)