Dos policías nacionales que han comparecido este jueves en el juicio por el accidente del Alvia ocurrido en Angrois (Santiago) en julio de 2013 se han reafirmado en la veracidad de los informes periciales y los datos de la caja negra del tren, pese a que no eran «especialistas» en asuntos ferroviarios, tal y como han aclarado.

Los agentes han respondido durante escasos 15 minutos a las pocas preguntas que se han planteado por parte del fiscal Mario Piñeiro y de uno de los abogados defensores. La brevedad ha sorprendido incluso a la magistrada María Elena Fernández Currás. «Unos días tanto y otros tan poco», ha ironizado, para dar por zanjada esta última sesión del proceso antes del parón navideño.

El primero en comparecer ha sido un policía que, a las preguntas de la Fiscalía, ha explicado que no eran «especialistas» en infraestructuras ferroviarias y que, por tanto, se limitaron a «controlar que todo se hiciera con la mayor veracidad posible» y a poner a disposición judicial el informe.

El policía se ha ratificado en el atestado a pesar de no ser «especialistas en herramientas de Renfe». «Nosotros, como policías, ya bastante llegamos», ha dicho, tras matizar también que las imágenes que figuran en el informe no fueron suyas, sino que las realizaron personal «especialista» o estaban «sacadas de Google».

«Nosotros estuvimos cuatro días metidos en el juzgado con labores de descarga y análisis. No hicimos ninguna otra cosa», ha insistido. Precisamente, en sesiones pasadas del juicio, otros agentes habían confirmado su limitada participación en la instrucción.

El segundo agente en declarar, perito informático, ha explicado a preguntas del fiscal que extrajeron los datos de las cajas negras, hicieron la autenticación de los mismos mediante firma digital y luego los facilitaron a los ingenieros «para que los estudiasen».

Y es que no tenían capacidad para interpretar los datos por sí solos. «Estuvimos para dar la garantía de que los datos no se manipulasen», ha confirmado. En este sentido, ha confirmado que se hizo «una copia exacta» de la caja negra del tren accidentado, que desveló la velocidad a la que iba y las acciones del maquinista –junto al exresponsable de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, es uno de los dos acusados por el juicio– minutos antes del descarrille.

Ante la escasez de preguntas planteadas por las partes, la jueza Fernández Currás ha dado por concluida sobre las 10,00 horas la última sesión prevista para este 2022. Según el calendario previsto, el juicio se retomará el 10 de enero con la declaración del jefe del área de investigación técnica de este siniestro que dejó 80 muertos y 145 heridos.