El impuesto de solidaridad a grandes fortunas afectará a los contribuyentes de las comunidades de Cataluña, Galicia, Andalucía, Principado de Asturias, Cantabria, Región de Murcia, Islas Baleares, Comunidad de Madrid y de las cuatro haciendas forales debido a que su tarifa en el Impuesto de Patrimonio presenta tipos más reducidos que los anunciados en el nuevo tributo que se debate en el Congreso de los Diputados.
Todas estas comunidades, con la excepción de las haciendas forales, presentan un tipo máximo en el Impuesto de Patrimonio inferior al establecido en el impuesto de solidaridad. En el caso de las haciendas forales, la diferencia entre el Impuesto de Patrimonio y el impuesto de solidaridad afecta a más tramos de la tarifa.
Así se desprende del informe publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en el que Diego Martínez (Universidad Pablo de Olavide y Fedea), Manuel Díaz (Fedea) y Carmen Marín (Fedea) analizan las posibles repercusiones del nuevo impuesto de solidaridad para las haciendas autonómicas, sin entrar a valorar esta figura tributaria.
De acuerdo con el análisis, el nivel de patrimonio neto al que comenzarán a verse afectados los contribuyentes de las diferentes comunidades oscila desde los 3,7 millones de euros en Madrid o Andalucía, hasta los 209,9 millones de Islas Baleares.
En Galicia afectaría a partir de los patrimonios de 8,6 millones de euros (en este caso, se incluye en los cálculos la bonificación del 25% de la tarifa del Impuesto de Patrimonio).
Para País Vasco y Navarra se ha tenido en cuenta el tramo de la tarifa del Impuesto de Patrimonio a partir del cual comienza a afectar el impuesto de solidaridad. Así, en Vizcaya el patrimonio neto afectado es a partir de los 9,6 millones de euros, en Navarra desde los 10,6 millones de euros y en las diputaciones forales de Álava y Guipúzcoa desde los 13 millones. En Asturias, Murcia y Cantabria se abonaría el impuesto de solidaridad a partir de los 23,9, 25 y 26 millones de euros, respectivamente.
PRINCIPALES RASGOS DEL NUEVO IMPUESTO
Los principales rasgos de este impuesto coinciden en esencia con los del actual Impuesto sobre el Patrimonio (IP). El impuesto afectará a los patrimonios netos superiores a los 3,7 millones de euros. El primer tramo gravará al 1,7% las bases liquidables (patrimonio neto descontados 0,7 millones de euros de mínimo exento) de entre 3 y 5,34 millones de euros.
El segundo tramo fija un tipo del 2,1% y afectará a la horquilla entre los 5,34 y los 10,69 millones. Finalmente, para patrimonios superiores a los 10,69 millones, se aplicará un tipo del 3,5%.
La recaudación del impuesto de solidaridad será percibida por el Estado y la del Patrimonio se mantendrá en las comunidades autónomas. Ante esta situación, Fedea ha señalado que hay comunidades que presentan tipos más reducidos en su Impuesto de Patrimonio que los propuestos a través del impuesto de solidaridad y comunidades que están bonificando la totalidad del IP (Comunidad de Madrid y Andalucía) o una parte del mismo (Galicia).
«Estas comunidades no podrán beneficiar a sus contribuyentes con menores tipos ya que el impuesto de solidaridad aumentaría hasta compensar la rebaja», han recalcado los autores en el informe.