Sindicatos han cifrado en un 80% el seguimiento de la huelga que los trabajadores del sector del comercio del metal de Pontevedra han llevado a cabo este martes para forzar la actualización del convenio colectivo, que lleva tres años «caducado» después de que terminase su vigencia en 2019.
Así, empleados de compañías de dicho sector se han manifestado tanto en Vigo como en Pontevedra para solicitar a las organizaciones empresariales que negocien un nuevo convenio, ya que esta situación ha motivado una congelación de sueldos desde 2019, «pese a las grandes subidas del IPC».
En este sentido, desde la CIG, sindicato mayoritario en el sector, han mostrado su entusiasmo por la acogida que ha tenido entre los trabajadores la huelga, que ha sido convocada junto con UGT y CC.OO.
La secretaria nacional de la CIG-Servizos, Transi Fernández, ha asegurado que los paros han motivado el cierre de muchos concesionarios de Vigo y de Pontevedra, así como de compañías dedicadas a recambios o distribución, entre otras.
En declaraciones a Europa Press, Fernández ha insistido en la importancia de que las patronales se sienten a negociar. Además, ha avanzado que los sindicatos preparan nuevas convocatorias de huelga, que podrían durar dos jornadas.
Al igual que CC.OO., la CIG también ha recordado que los sindicatos solicitaron incluso la incorporación del sector al convenio del comercio vario (para evitar una negociación), «recibiendo también una negativa» por parte de la patronal.
Además de los salarios, donde los sindicatos piden un aumento acorde al IPC, también se negocian otras cuestiones como la adaptación a lo que exige la reforma laboral en lo tocante a la contratación, la jornada laboral anual y derechos sociales como licencias, días de libre disposición o vacaciones.
CC.OO., UGT y CIG han asegurado que han cedido en muchas reivindicaciones para tratar de llegar a un acuerdo, «incluso aceptando que no hubiese incremento salarial retroactivo para los años 2020 y 2021». Pese a ello, una de las patronales retiró todas sus propuestas, alegando que la parte social «pedía mucho». «La ruptura del diálogo no les deja a los trabajadores otra salida que la movilización en defensa de sus derechos», han reivindicado.