El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha anunciado que los concejales Sindo Guinarte y Gonzalo Muíños asumen el resto de competencias que, hasta este momento, recaían en Javier Fernández, el concejal que dimitió este lunes después de que se le retirase la gestión de los centros socioculturales. Así, el alcalde ha señalado que Fernández «no es leal ni con el gobierno ni con los vecinos».

La dimisión de Fernández se produjo después de que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicase este lunes, sin haberse anunciado públicamente con anterioridad, una reestructuración del gobierno local en la que se le retiraban las competencias sobre centros culturales.

En una rueda de prensa convocada de urgencia, y que tuvo lugar después de otra que protagonizó el propio concejal saliente del gobierno, Bugallo ha dado a conocer la nueva estructura en una comparecencia en la que también ha negado que conociese de antemano las intenciones de Javier Fernández en el caso de que le fuesen retiradas las competencias de los centros socioculturales.

De esta manera, Gonzalo Muíños es el nuevo responsable de Obras y Sindo Guinarte asume las competencias de Relaciones Vecinales, así como la delegación civil y la extinción de incendios. Mientras, como ya fue publicado en el boletín provincial, las competencias que de centros socioculturares recaen en manos de la concejala Mercedes Rosón.

FERNÁNDEZ SOLICITA ENTRAR COMO NO ADSCRITO A LA CORPORACIÓN

En una rueda de prensa previa, Javier Fernández ha explicado que solicitó incorporarse al grupo de no adscritos en la corporación local y que renuncia a formar parte del gobierno local y se da de baja del partido municipal socialista.

Además, ha indicado que, desde el primer momento en que el alcalde le trasladó la posibilidad de retirarle las competencias, fue «siempre claro» y que ya le había trasladado que «si quitaba competencias, se retiraba».

«NO SE PUEDE NI JUSTIFICAR NI DISCULPAR»

En relación a ello, Sánchez Bugallo ha señalado durante la rueda de prensa la decisión de Fernández «no se puede ni justificar ni disculpar» y que el gobierno local está «sorprendido y decepcionado».

Bugallo ha explicado que decidió apartar al concejal de los centros socioculturales «en el mes de julio» y que «todo el mundo la conocía desde septiembre». Así, ha detallado que fue en este mes cuando habló con Fernández, que le pidió «dos meses para arreglar algunos temas», ya que «si se hacía en ese momento, era dejarlo a pie de caballo».

De este modo, Bugallo ha señalado que se le concedieron estos meses, pero que el concejal «en ningún caso dijo que iba a dimitir» en el caso de que le fuesen retiradas las competencias de los centros socioculturales. Además, ha subrayado si llega a saber que iba a renunciar, le habría retirado las competencias «mucho antes».

CONFLICTO CENTROS

El alcalde, que este lunes insistió que este cambio de atribuciones no tenía que ver con las protestas de los empleados hacia Fernández por las condiciones de trabajo en los centros culturales, ha matizado su postura este martes para decir que estos centros «no podían ser solo un foco de conflictos y eso requería un cambio».

Con todo, ha reiterado que con la decisión también se buscaba centrar el trabajo de Javier Fernández en el área de Obras para «reforzarlo y mejorarlo al máximo» y ha reconocido que «hay un nivel bajo de ejecución en materia de obras».