La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha defendido el «escrupuloso» cumplimiento de la normativa medioambiental por parte de los servicios municipales en relación a la depuradora de la EDAR de Bens, ante las denuncias de la asociación ecologista Arco Iris, en las que alude a un «potencial contaminante de vertidos».
A preguntas de los periodistas, tras informar de los asuntos aprobados en la Junta de Gobierno, ha asegurado que no le ha llegado «nada» al respecto de la organización ecologista. Sin embargo, ha insistido en que los servicios municipales «trabajan con respeto escrupuloso a la normativa medioambiental y con todas las inspecciones y garantías oportunas».
Lo ha hecho en el día en que Arco Iris informa de que solicitó a Augas de Galicia que se informase de las inspecciones realizadas durante el mes de octubre a la depuradora, «tiempo en el que los vertidos fueron eliminados a través de un aliviadero», sostiene.
«En el análisis del día 10 de octubre, tanto los datos de fósforo como los de nitrógeno se encuentran muy por encima de los valores máximos permitidos para zonas sensibles o de aguas de baño. También los valores de bacterias como E. Coli o Enterococos intestinales superan ampliamente esos límites», argumenta.
Desde el gobierno local ya se rechazó hace unos días la existencia de un vertido ilegal, después de que la asociación ecologista asegurase que decidió establecer un sistema de vigilancia del ‘by pass’ de la estación depuradora.
En concreto, se refería a las obras de instalación de una turbina en el emisario para producir hidrógeno verde. Sobre las mismas, la asociación aseguró que obligaba a la depuradora a eliminar las aguas con un mínimo pretratamiento. Desde el consistorio matizaron, en respuesta a estas manifestaciones, que son unas obras «acabadas», con todos los permisos de la Xunta y rechazaron el uso de productos tóxicos para tratar las aguas.