El hombre de 59 años que resultó herido este domingo en el gran incendio iniciado en una nave anexa a la antigua fábrica de Pontesa, en Pontevedra, continúa ingresado con pronóstico muy grave en el Complexo Hospitalario Universitario da Coruña (Chuac).
El fuego se inició en unas instalaciones de almacenamiento de semillas que hay en Ponte Sampaio. Permanece controlado desde las 23,30 horas del domingo, pero los servicios de emergencias llevan trabajando toda la noche para enfriar la zona, según informa el 112 Galicia.
El incendio causó heridas a tres personas, entre ellos un bombero afectado de carácter leve. De los otros dos hombres, uno de 44 años fue socorrido en el propio lugar de los hechos, mientras que el otro, un empleado de 59, es el que permanece en la Unidad de Quemados del Chuac con quemaduras en el 85 por ciento de su cuerpo, según informan a Europa Press fuentes sanitarias.
Los medios de extinción trabajaron en el lugar durante toda la noche para refrigerar los puntos calientes. Tal y como indican fuentes del operativo, en la mañana de este lunes ya solo quedan miembros del parque de bomberos de Pontevedra, que vigilan la zona con cámaras térmicas, y una cisterna de la Axencia de Emerxencias de Galicia (Axega).
Efectivos de otras dotaciones de bomberos llegadas desde distintos puntos, como el parque de O Morrazo y el de Ribadumia, ya abandonaron la zona de madrugada.
ACTIVACIÓN DEL PLATERGA
Fue un particular quien dio aviso al 112 Galicia, poco antes de las 15,30 del domingo, de que salía abundante humo de una nave dedicada al almacenamiento de semillas a la altura del punto kilométrico 1330 de la N-550, en Pontevedra.
En un primer momento, fueron los propios operarios de la fábrica los que trataron de apagar el fuego con cierto éxito, pero la gran cantidad de grano almacenado provocó que el fuego se reavivase de repente y alcanzase tal magnitud que hubo que activar el Plan Territorial de Emerxencias de Galicia (Platerga), que todavía está en vigor.
Así, los servicios movilizados acordonaron la zona mientras trabajaban los bomberos. Incluso hubo que cortar la circulación por la N-550, aunque quedó restablecida sobre las 20,45 horas de la tarde.
Las llamas se dieron por controladas pasadas las 23,30 de la noche, pero las labores de enfriamiento todavía se prolongaron durante la madrugada.
En el amplio operativo participaron Urxencias Sanitarias de Galicia-061, que tuvieron que atender a las tres personas afectadas –entre ellas, el operario trasladado en ambulancia al Chuac–; los bomberos de Pontevedra, O Morrazo y Ribadumia; la Policía Nacional; la Guardia Civil de Tráfico; la Policía Local; y Protección Civil de Pontevedra, Soutomaior, Cangas y Cambados.