El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha delegado formalmente la gestión de los asuntos de Presidencia en el número dos del Gobierno autonómico, el vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica el decreto que, con fecha del 11 de octubre, da a conocer la sustitución temporal.
Ratifica así que, con motivo del viaje de Rueda a Argentina y Uruguay –su primer viaje oficial como presidente–, se le encarga a Conde el despacho de los asuntos de la Presidencia desde el día 13 de octubre hasta el regreso del máximo mandatario autonómico.
Con las elecciones municipales de mayo de 2023 a la vista, Rueda ha trasladado que emprende este viaje con el objetivo de animar a la colectividad y al empresariado gallego en el exterior a «sumar sinergias para seguir construyendo una comunidad próspera y unida por la marca Galicia».
Será un periplo de cinco días en los que el presidente de la Xunta buscará estrechar lazos con la comunidad gallega en ambos países, así como mantener encuentros con los representantes de las empresas gallegas que operan en Argentina y en Uruguay, especialmente las del sector pesquero.
Asimismo, se reunirá con las entidades gallegas de Buenos Aires y Montevideo para trasladarles el cariño y la admiración de Galicia, y para conocer de primera mano la huella que están dejando en uno y en otro lado del Atlántico.
OTROS ENCUENTROS DE LA AGENDA
En su agenda figuran encuentros con asociaciones que llevan décadas trabajando por el bienestar de los españoles, en general, y de los gallegos en particular, como el Club Español; o que prestan una inestimable labor social, como la entidad sin ánimo de lucro Ospaña. Alfonso Rueda también se reunirá con dirigentes de Argentina y de Uruguay y mantendrá distintos encuentros diplomáticos con autoridades de ambos países.
Durante este viaje, el presidente gallego incidirá en la fecha simbólica del Xacobeo, ya que, a su entender, los gallegos fueron capaces durante siglos de «ensanchar su territorio y desvanecer sus fronteras en beneficio de la colectividad»; primero hacia Europa, con el Camino de Santiago, y luego hacia América, como ejemplo de «universalidad y concordia».
Asimismo, echará mano del pasado común para animar a «mirar hacia el futuro» y aprovechar los lazos de unión entre ambos lados del Atlántico a través de oportunidades de inversión y de retorno.