El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha criticado hoy duramente las últimas decisiones fiscales del gobierno y ha advertido que están llegando a un modelo «Frankestein». En su opinión, es como meter «a Perón y a Robin Hood» en el Ejecutivo. Rajoy ha realizado estas afirmaciones durante su intervención en el Foro La Toja, en un distendido debate con el también expresidente Felipe González, quien ha propuesto llevar a cabo unos pactos de la Moncloa con acuerdos sociales, políticos, económicos y fiscales porque considera que «o nos ajustamos o nos ajustan».
Mariano Rajoy está de acuerdo con González en la necesidad de llevar a cabo un pacto de rentas, pero ve mucho más difícil llegar a acuerdos en materia fiscal porque en este último asunto, ha señalado, España está «casi como Argentina».
De hecho ha criticado duramente que el Gobierno haya adoptado decisiones fiscales después de que Andalucía haya anunciado que va a aplicar una reducción en el impuesto de Patrimonio. «Estamos caminando, si es que no hemos llegado, ya a un modelo fiscal Frankestein», ha exclamado.
Mariano Rajoy ha expresado su preocupación porque se resucite el «viejo debate ricos-pobres». En su opinión, esto es «muy peligroso». «Eso es populismo, eso es Perón», ha exclamado y acto seguido ha señalado que es poner a «Perón y a Robin Hood en el Gobierno, hemos cuadrado el círculo».
EN LUGAR DE ACABAR CON LOS RICOS, HAGA RICOS A LOS POBRES
Según Rajoy, el Gobierno debe tener más cuidado y no puede «jugar a dividir a la gente», sino que tiene que intentar sumar y con un objetivo claro que sea «razonable, sensato y moral». De hecho, ha lamentado que haya en España quien quiera acabar con los ricos porque en su opinión, lo que hay que hacer es «acabar con los pobres». «Hágalos ricos», ha espetado a la vez que Felipe González le recordaba que esto lo decía Olof Palme.
Mariano Rajoy considera que esta decisión del Gobierno de «dar un tortazo» a las grandes empresas y a las personas que tienen un patrimonio «no sirve para recaudar nada, no conduce a ningún sitio» y sin embargo, «nos va a poner en una situación de tensión». «No he venido a criticar a nadie pero es un tema muy fuerte, afecta a la credibilidad de España y mucho a la del Gobierno», ha argumentado.
De hecho, ha recordado que en España ahora se está recaudando más que nunca y recibiendo fondos comunitarios como nunca en la historia y se han subido los impuestos. Por lo que ha pedido no añadir demagogia a ese cóctel y ocuparse de en qué se gastan todos esos recursos.
En materia suministro energético, Rajoy también ha propuesto que «transitoriamente, gas y nuclear tuvieran un tratamiento similar a renovables», que no se anuncien cierres de centrales nucleares –«es un disparate»– y que tampoco se cierren centrales térmicas.
INCLUIR FUNCIONARIOS Y PENSIONES EN EL PACTO DE RENTAS
Y en cuanto al pacto de rentas que propone Felipe González, está de acuerdo y recuerda que ya se hizo en 2012 en España para tres años, lo que dio «crédito y prestigio» a España. «Para mi esta es la prioridad de la lucha contra la inflación», ha exclamado antes de afirmar que «o repartimos los costos de la inflación entre todos o vamos a tener un problemas».
De hecho, cree que si esto no se produce, las huelgas que le hicieron a Felipe González van a parecer un «chiste». Pero ha dejado claro que ese pacto de rentas tiene que afectar a todos. Así, ha señalado que hoy puede haber entre 13 y 14 millones de personas en España que reciben rentas públicas, en referencia a funcionarios y pensionistas aunque sin citarlos.
En su opinión, a estos colectivos no se les puede dejar fuera de ese pacto de rentas porque al Gobierno le convenga a la espera de su voto mientras a otros les da un «tortazo». «Si queremos pacto de rentas, hagámoslo pero sin demagogias», ha sentenciado.
GONZÁLEZ: NO DISPARAR COMO EL EJERCITO DE PANCHO VILLA
El expresidente Felipe González ha apostado por reeditar los pactos de la Moncloa, con un acuerdo de rentas pero también con acuerdos políticos y fiscales para que no disparen cada uno como el ejército de Pancho Villa, cada uno por un lado. En este sentido, ha recomendado escuchar con atención al gobernador del Banco de España. «No nos iría mal», ha exclamado.
Una propuesta que cuenta con el apoyo de Mariano Rajoy quien ha dicho, bromeando: «mas que nada porque fue a propuesta del Gobierno que yo presidía». Ante lo que González también le ha bromeado pidiéndole que no se atribuya «el mérito de lo bueno que es el tío».
Felipe González ha proseguido su argumentación afirmando que «falta hace como nunca sentarse en la mesa», pero no solo los sindicatos y la patronal, que cree que se pondrán de acuerdo si el Estado «pone el dinero», sino los políticos, que deberían ser, ha dicho, «proveedores de certidumbres».
«O nos ajustamos o nos ajustan», ha exclamado González quien considera que es mejor ajustarse equitativamente, repartiendo las cargas del ajuste para crecer con equidad.
En cuanto a la competencia entre las comunidades autónomas por la fiscalidad, el expresidente socialista ha explicado que hay una fiscalidad «deteriorada» por el paso del tiempo, por lo que ha apostado por revisar el sistema fiscal en su conjunto.
Ha recordado que él se pasó 10 años en la UE intentando armonizar los impuestos básicos y su principal apoyo en esos momentos era Alemania. Pero ha admitido que mientras gobernaba hablaba de la corresponsabilidad fiscal pero no se le ocurrió –«y pido perdón a Moreno Bonilla y a Puig»–, que en la imposición básica se iba a introducir competencia entre las CCAA porque su mentalidad era armonizar «a nivel europeo». «Estoy hablando de los impuestos básicos, los que pueden alterar la competencia», ha matizado.
BROMAS Y COMPLICIDAD
Durante el debate, ambos han estado de acuerdo en muchas cuestiones e incluso se han bromeado en los desacuerdos. Así, González le ha espetado: «ahora se ha puesto PP», cuando Rajoy ha criticado las medidas fiscales del Gobierno. «Cuando lo hacen bien tengo que decirlo», ha respondido el ‘popular’, a lo que Felipe González le ha puntualizado: «aunque sea un hecho excepcional tienes que decirlo». «Siempre hay excepciones que confirman la regla», la he respondido Rajoy con retranca.
También han bromeado cuando les han preguntado si sería necesario modificar el status de los expresidentes para que tuvieran una colaboración más grande con el Estado. «Yo, con que me dejen venir a A Toxa a conversar con el expresidente González, me conformo», ha espetado Rajoy.
El socialista ha respondido con sorna al afirmar que sí lo deberían cambiar pero para alejarles lo más posible de los centros de poder. «Seguimos siendo jarrones chinos grandes en apartamento pequeños. Todo el mundo dice que podemos ser muy valiosos, pero todo el mundo desea que alguien le de con el codo para que lo rompa», ha exclamado antes de proponer que «declaren independiente del resto del mundo» a A Toxa, algo que Rajoy ha apoyado.