La hostelería gallega afirma que, después de un verano en el que se «aguantó bien», prevén una reducción de ingresos de hasta «un 50 o un 60 por ciento» en el último trimestre del año.
Ese es el porcentaje que maneja el presidente de Hostelería de Galicia, Cheché Real, que ha apuntado a «la subida de los carburantes y de la energía» como elementos que provocan esta rebaja en la facturación.
«Ahora mismo a nivel nacional y a nivel europeo el miedo que tenemos es que no va a haber los mismos ingresos que hubo en el verano y en primavera y los gastos van a ser los mismos», ha sentenciado.
Asimismo, Real ha señalado que «los gastos del establecimiento en cuanto a energía van a ser los mismos, pero los ingresos van a bajar del orden de un 50, un 60 o un 70 por ciento». «Esto va a ser muy difícil de mantener y de tener una estabilidad empresarial», ha avisado.
En este sentido, Cheché Real ha insistido en que «si la subida de la energía ha sido de un 300 por ciento», la hostelería «no puede repercutir esta subida en las cartas ni en los precios de las bebidas».
Con todo, sí ha reconocido que hubo subidas de precios, pero «muy pequeñas». «Creo que la subida va a ser un hecho generalizado entre octubre y noviembre, pero va a ser generalizado porque si no va a ser imposible mantener el negocio», ha deslizado.
CAMPAÑA DE VERANO
Sobre la campaña de verano, ha afirmado que ha habido «mucha gente, pero la gente no ha gastado de la misma manera que en otros años». Así, ha indicado que aunque «la afluencia de gente fue igual o superior, el gasto no fue el mismo».
«Nosotros pensamos que ahora con la llegada del otoño e invierno va a ser un último trimestre del año complicado y el 2023 con una carestía importante para los negocios y la sociedad», ha remarcado.
Sobre la falta de profesionales, Real ha puntualizado que no es un «problema» que solo afecte a la hostelería, «sino también a otros sectores».
Sin embargo, ha puntualizado que «las condiciones en el sector están cambiando a pasos agigantados» porque, ha continuado, «se mete la pata en muchas ocasiones, con salarios bajos y horarios», pero ha asegurado que estas circunstancias están cambiando «debido a la necesidad del sector de buscar gente».