Los tres incendios que se encuentran todavía sin controlar en tres municipios de la provincia de Ourense queman ya 265 hectáreas en conjunto: Oímbra (140 hectáreas), Melón (75 hectáreas) y Cenlle (50 hectáreas).
En los tres casos la superficie arrasada se ha visto ampliada a lo largo de esta mañana. Pese a que la Xunta da por estabilizado –todavía no controlado– el fuego de Oímbra, parroquia de Bousés, las hectáreas quemadas se han duplicado en unas horas, pues pasaron de 70 a 140 hectáreas entre los informes de la Consellería de Medio Rural de las 8,00 y las 13,30 horas de este martes. Este incendio entró de Portugal.
Por su parte, el fuego en el municipio de Melón, parroquia de Quins, no deja de crecer. Tras iniciarse en la noche del lunes, calcina unas 70 hectáreas, según la última estimación provisional, 50 hectáreas más que a primera hora de este martes.
«¿Qué clase de incendio se produce a las 22,30 de la noche y cerca de un pueblo sin ser malintencionado?», se pregunta el regidor de Melón, Emilio Díaz. «La situación clama al cielo», se queja.
En declaraciones a Europa Press, asegura que peligro para las casas «prácticamente no hay» porque el pueblo más cercano es el de Vilaverde y se encuentra separado por la autovía.
Es además el tercer incendio en la misma zona a lo largo de este verano. Primero, en el pueblo de Vilaverde; el segundo, en Barcia; y ahora otra vez en Vilaverde. «Y con mucha casualidad, porque cuando empezó arder en Melón tanto nuestra brigada como nuestro camión se encontraba colaborando en la extinción del incendio de Cenlle. No es fácil explicarle a los vecinos que no podemos mandar el camión porque ya está en otro incendio», relata Emilio Díaz.
REACTIVACIÓN EN CENLLE
También se eleva la superficie quemada en el fuego de Cenlle, parroquia de A Pena, y ya afecta a 50 hectáreas, unas 10 hectáreas más que unas horas antes.
A pesar de que el último informe de la Conselleria de Medio Rural apunta que «evoluciona favorablemente hacia su estabilización», sigue activo y sin control. El alcalde de Cenlle, José Manuel Rodríguez, relata que así era hasta el mediodía, pero que el viento cambió de dirección y «reactivó dos de los focos».
«A primera hora de la mañana estaba más o menos controlado, de hecho quedaba un pequeño foco que, desde el desconocimiento, simplemente viéndolo, parecía que se iba a extinguir, pero ahora la situación es otra. A ver cómo progresa a lo largo del día, de momento estamos tranquilos porque, aunque se ha producido en el pueblo de Cuñas, las casas están todavía alejadas», traslada.