El incendio de Ferreira de Pantón (Lugo), parroquia de Frontón, ha sido controlado en la mañana de este jueves tras quemar 25 hectáreas. Según la información que facilita la Consellería de Medio Rural –comunica datos de fuegos superiores a 20 hectáreas–, es el único incendio que queda en Galicia por extinguir en estos momentos.
Este fuego, que se inició en la noche del pasado lunes en varios focos, ha quedado controlado a las 11,20 horas de este jueves. En las tareas de extinción han trabajado, entre otros medios, siete helicópteros, 60 brigadas y 29 motobombas.
El alcalde de Ferreira de Pantón, José Luís Álvarez, ha asegurado que el incendio fue «intencionado», ya que se descubrieron «hasta siete puntos diferentes donde se plantó fuego».
INCENDIOS EXTINGUIDOS EN AGOSTO
Por su parte, se han quemado más de 8.100 hectáreas en lo que va de mes de agosto en Galicia. Esta cifra se suma a las más de 34.000 hectáreas que ardieron en la segunda quincena de julio.
El 12 de agosto, más de una semana después de que empezase en la parroquia de Cures, quedó extinguido el fuego de Boiro, en la comarca de O Barbanza (A Coruña). Las hectáreas arrasadas por este fuego forestal ascienden a 2.200, de las que 607 eran monte arbolado y las 1.593 restantes de monte raso.
El fuego de Boiro, que es el mayor de los registrados hasta ahora durante el mes de agosto en la comunidad gallega en lo que respecta a superficie afectada, provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas y desalojos, quemó el monte de A Curota y se extendió a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.
El siguiente fuego de mayores dimensiones en agosto fue el de Laza, iniciado en la parroquia de Camba y que se unió con el de Chandrexa de Queixa, con 2.100 hectáreas quemadas entre el 10 y el 17 de agosto. Este incendio obligó a activar la pasada semana un Situación 2, alerta por proximidad a casas, en el núcleo de As Taboazas.
Otros fuegos extinguidos en agosto han sido: O Irixo (680 hectáreas), Verín (600 hectáreas), Caldas de Reis (450 hectáreas), Carballeda de Valdeorras (440 hectáreas) Ponte Caldelas (380 hectáreas), A Mezquita (224 hectáreas), Castrelo do Val (173,2 hectáreas), Maceda (120 hectáreas), As Pontes (dos fuegos de 109 y 60 hectáreas), Boborás (99,4 hectáreas), Riós (94,1 hectáreas), Oímbra (88,8 hectáreas), Arbo (82 hectáreas), A Gudiña (76,5 hectáreas).
La lista de los ya extinguidos en agosto se completa con: Calvos de Randín (50 hectáreas), Ribas de Sil (47 hectáreas), Ponteareas (15,6 hectáreas), San Xoán de Río (8,2 hectáreas) y Ames (6 hectáreas).
Otro de los extinguidos más significativos fue el del municipio de Monfero (A Coruña), parroquia de Queixeiro, ya que puso en riesgo la reserva natural de las Fragas do Eume, si bien se apagó después de quemar solo 0,01 hectáreas de monte arbolado. También ardieron 0,21 hectáreas en Vilariño de Conso, con afectación al Parque Natural do Invernadeiro.