El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha vuelto a justificar este jueves la decisión del Gobierno gallego de eliminar la Tarxeta Básica, con la que familias vulnerables podían adquirir alimentos y productos de higiene, porque «era una medida extraordinaria para un tiempo concreto» que «ya no se da», como fue el confinamiento por la covid-19.
«Se tomó esa decisión y explicamos en su momento cuáles eran los motivos: una situación excepcional, la época de covid y falta de circulación y, por tanto, la imposibilidad de trabajar (…) y de generar recursos», ha insistido, al ser preguntado sobre las críticas de la oposición –BNG y PSdeG– y diferentes colectivos por haber retirado esta ayuda.
Con todo, Rueda ha insistido en que su Gobierno «mantiene el resto de medidas» que apoyan a colectivos desfavorecidos, entre las cuales ha mencionado el bono social térmico y la Renta de inclusión social de Galicia (Risga). Además, ha avanzado que en «próximos días» la Xunta destinará 7,2 millones de euros para colaborar con entidades que atienden a «personas en situación de pobreza».
En este contexto, el presidente autonómico ha recalcado que su intención es «seguir manteniendo ayudas» y, «por supuesto, si fuese necesarias más», las aprobarán.
Al hilo de todo ello, Alfonso Rueda ha asegurado que «no hay mejor ayuda que reducir la fiscalidad». De esta afirmación se ha servido para recordar que el Gobierno central puede aprobar bajadas de IVA y de los impuestos sobre los carburantes, soluciones que las comunidades están «dispuestas a soportar» pero que «parece que no se producen».