La Confederación de Empresarios de Ourense ha acogido este miércoles la presentación del estudio sobre el ‘Emprendimiento rural, la situación actual y sus perspectivas de futuro’, un estudio realizado por profesores de la Uvigo y miembros de los grupos de investigadores GEN Uvigo y GEM Galicia, que ha considerado clave la potenciación de financiación específica para comarcas rurales y el aprovechamiento de fondos europeos para facilitar el desarrollo territorial.
Así lo ha explicado Alberto Vaquero, uno de los autores del estudio y profesor de la Uvigo, que ha destacado que «el principal lastre» para el emprendimiento rural es «la falta de infraestructuras y servicios en este entorno», lo que conlleva a la falta de iniciativas, así pues ha señalado que hay factores que frenan el emprendimiento, entre ellos «especialmente la sensación de miedo al fracaso», algo que ha apuntado «hay que combatir no penalizando al emprendedor puesto que fracasar no es malo».
En este mismo sentido, ha expuesto que a la hora de emprender «resulta más complicado hacerlo en el rural que en entornos urbanos» y que durante el periodo crítico de la pandemia «se incrementó esta dificultad pero ahora se ve un repunte de posibilidades que hay que aprovechar».
La publicación realizaba un análisis de la situación con datos de la Red GEM de 2019-2021, en la que se ponen de manifiesto las características de emprendimiento en municipios del ámbito rural español, recogiendo la perspectiva de la población, su implicación en proyectos empresariales, el perfil de las personas que emprenden, los motivos por los que lo hacen, las características de las actividades que desarrollan y su percepción de dificultades y expectativas generales.
El profesor investigador de Economía Aplicada, Alberto Vaquero, integrante de esos grupos, participó en el estudio a nivel nacional basado en once mil encuestas que ha considerado clave «potenciar una financiación específica para las comarcas rurales, así como el aprovechamiento de los fondos europeos para facilitar el desarrollo territorial».
Así pues, según el estudio un 15% de la población del rural desarrolla algún tipo de actividad emprendedora mientras que un 7% ha expresado su intención de hacerlo, y aunque la pandemia redujo el emprendimiento potencial «consolidó el de aquellas iniciativas que ya estaban presentes».
El estudio también refleja que hay más mujeres que hombres iniciando nuevas iniciativas y que un tercio de las actividades recientes están realizadas por menores de 35 años, aunque la edad promedio de quienes muestran interés en emprender es de 38 años y las de las actividades ya consolidadas de 50, lo que para los investigadores «denota una dificultad añadida en edades más nuevas, precisamente aquellos que más dificultades tienen para abrirse un hueco en el mercado laboral» y «precisamente reconectar a la juventud con el territorio es básico para fijar población».
Además, según se indica en el análisis, el perfil educativo de las personas emprendedoras se reparte entre formación secundaria y superior –universitaria y FP de grado superior–, aunque cada vez se detecta una mayor presencia de emprendimientos que se lleva a cabo con estudios universitarios, «lo que de continuar en tendencia implicará una mejor preparación a futuro del colectivo emprendedor rural que, claramente, busca generarse su alternativa laboral para no tener que abandonar el entorno vital».
Asimismo, el estudio recoge que «las iniciativas orientadas al consumo del rural son mayoritarias aunque también tiene una fuerte presencia en las actividades del sector primario», y se trata además de negocios de pequeño tamaño que no cuentan con personas asalariadas, «es un microtejido empresarial por lo que el despegue económico es más complicado que en el mercado urbano», ha explicado Vaquero.
LÍNEA DE CRÉDITO ESPECÍFICA
Y con todo ello Vaquero urge una «línea de crédito específica para apostar por el emprendimiento en el rural» donde dice que las necesidades de financiación «son inferiores» al medio urbano pero «hay cierta dependencia de los recursos propios» sobre los préstamos bancarios.
La presentación del estudio se ha realizado en la Confederación de Empresarios de Ourense donde su presidenta, Marisol Novoa, ha sido clara al afirmar que «sin rural no hay futuro», y es por ello que demanda que «cuente con servicios infraestructuras modernas y buena conexión a internet, comunicaciones propias de este siglo para que resulte atractivo invertir y emprender en él».
En esta misma línea ha recordado que la patronal desarrolla acciones encaminadas a «dinamizar y sensibilizar a favor del rural y el emprendimiento», recordando las alegaciones presentadas a la Ley de Movilidad Sostenida porque «no tiene en cuenta la movilidad rural», así como la solicitud de otro enfoque en los criterios para que los fondos Next Generation, para que «destinen también al rural proyectos de mejora de movilidad y conectividad y atiendan a poblaciones de menos de 50.000 habitantes».