Un clan integrado por varios miembros de una misma familia y otros colaboradores ha aceptado este martes penas que suman 9 años de prisión por dos delitos de tráfico de drogas, según el acuerdo de conformidad y la sentencia dictada por la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
El tribunal ha aplicado a los siete acusados la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas y , en el caso de la matriarca del grupo, la agravante de reincidencia.
Esta mujer, Rosa María J.M., fue inicialmente investigada por vender heroína y cocaína en su domicilio del barrio vigués de A Doblada, con ayuda de otro de los acusados.
A raíz de una primera detención, la mujer cambió su ‘modus operandi’ y recurrió a su hijo, que empezó a vender la droga desplazándose de madrugada en su moto. Más tarde, debido a sus deudas y a que los proveedores dejaron de fiarle, la matriarca se cambió a la venta de hachís.
Así, introducía el hachís en la prisión de A Lama, donde estaba cumpliendo condena su sobrino, por medio de la mujer de éste, en los ‘vis a vis’.
Los acusados han aceptado penas que oscilan entre los 9 meses y los dos años de cárcel, y multas entre 160 y 6.130 euros.