Los vocales de Adega, la Federación Ecoloxistas Galega (FEG) y la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), representantes ecologistas en el Consello Galego de Medio Ambiente e Desarrollo Sostible (Cogamads) han comunicado a la Presidencia de este organismo consultivo la intención de no seguir participando en las reuniones mientras «no se debatan y voten» en el pleno las propuestas sobre las problemática eólica.
En este sentido, en un comunicado conjunto, estas asociaciones ecologistas han lamentado que sus propuestas presentadas en una sesión anterior han sido «reiteradamente ignoradas» por la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien justificó publicamente en su día que estas cuestiones no eran competencia de este organismo.
En la reunión del Cogamads del pasado 26 de enero, varios vocales solicitaron debatir y someter a votación en el pleno la necesidad de una moratoria del actual plan sectorial eólico de Galicia, así como la derogación de las leyes 5/2017 y 9/2021; al margen de la elaboración de un informe sobre el encaje del actual modelo energético en la sostenibilidad y la resiliencia del territorio gallego.
Sin embargo, censuran, la conselleira «eludió tramitar» estas solicitudes, «abandonando precipitadamente» la reunión e incluso «dejando sin tratar» el último punto del orden del día, «ante la sorpresa y protestas» de los representantes de las organizaciones ecologistas.
QUE CONSTASE EN ACTA
Los vocales de las asociaciones ecologistas pidieron, entonces, que constase en acta las dos solicitudes de votación realizadas y las «irregularidades en el cierre abrupto» de la sesión, así como la convocatoria, a la mayor brevedad posible, de un pleno extraordinario para tratar las propuestas «bloqueadas por la presidencia».
Los ecologistas denuncian que el acta aportada por la secretaría del Cogamads «en absoluto» refleja estos hechos y en el orden del día de la nueva reunión (que se pospuso y quedó finalmente para este martes) «tampoco figuran» las cuestiones solicitadas ya el 26 de enero.
La decisión de ausentarse de las reuniones de este organismo consultivo se mantendrá mientras «la conselleira siga incumpliendo su reglamento, censurando el debate e impidiendo el derecho a voto» de sus miembros. Así, argumentan que es una cuestión de «higiene democrática y respeto por una institución, el Consello Galego de Medio Ambiente, rebajada por la actual Xunta a un molesto y necesario trámite».
Las asociaciones recuerdan que en este consejo la administración «cuenta con una amplia mayoría para imponer su criterio», por lo que entienden que el «comportamiento» de la presidenta «solo puede responder al intento de hurtar del debate público las consecuencias del actual modelo de desarrollo eólico, ocultando y silenciando la preocupación que sus impactos están causando en el ambiente y en la sociedad».