El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha vuelto este martes a criticar a la Xunta de Galicia, asegurando que el Gobierno autonómico «sigue atacando a la ciudad» al oponerse al estudio sobre el abastecimiento de agua de la urbe y el sur de la provincia de Pontevedra.
Durante su rueda de prensa diaria, el regidor olívico ha asegurado que tras la salida de Alberto Núñez Feijóo de la presidencia de la Xunta «nada ha cambiado».
Así, ha explicado que hace año y medio la Xunta, el Ayuntamiento y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico encargaron un estudio para buscar alternativas que garantizasen el abastecimiento de agua a la ciudad.
«Sin embargo, la Xunta dice que no quiere el estudio, lo critica y que no le vale y pide una revisión», ha lamentado Caballero, indicando que esta posición del Ejecutivo gallego es una «oposición total» a la ciudad.
Todo ello después de que la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade remitiese una carta al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán Fernández, para trasladar la «inquietud y la preocupación» de la Xunta sobre los resultados de dicho trabajo, que fue enviado el pasado 8 de abril por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.
En este documento, con el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua, se recogen un conjunto de actuaciones complementarias a realizar, entre las que se encuentran una captación de agua en la confluencia de los ríos Oitavén y Verdugo; una pequeña presa aguas arriba del embalse de Eiras, en el cauce del Oitavén; una impulsión de agua desde el Miño al embalse de Zamáns; y una conducción por gravedad para conectar las redes de Nigrán y Gondomar.
En la carta enviada por la Xunta al Ministerio, se explica que los técnicos de Augas de Galicia concluyen que el bombeo en la confluencia de los ríos Verdugo y Oitavén es «prescindible», «sobre todo teniendo en cuenta que se podría conseguir una aportación equivalente, e incluso mayor, de un modo mucho más sostenible fomentando la reutilización del agua depurada para algunos usos o evitando pérdidas en la red de abastecimiento».
«La confusión y la inquietud llega cuando observamos incoherencias en el propio documento, que ciertamente son muy relevantes. No se puede entender ni comprender, tras acreditar a lo largo del documento la ineficacia del trasvase del río Verdugo y Oitavén, y tras advertirlo desde Augas de Galicia, que se presupuesten estas obras como actuaciones a realizar. Este ejemplo nos lleva a la conclusión de que el documento contiene errores importantes», lamenta el Gobierno gallego.