El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, ha pedido velar por la «dignidad del trabajo» poniendo el centro en las personas, con motivo del Día Internacional del Trabajo, que se conmemora el próximo domingo 1 de mayo.
En un escrito, García Cadiñanos ha reivindicado que «ni todo vale, ni todo cuenta, ni todo suma», asegurando que no todos los empleos pueden ser considerados «dignos» ni «decentes» para las personas, lamentado la «precarización» que sufren los puestos de trabajo debido a la crisis actual.
«Es preciso volver a descubrir y profundizar en la verdad de la propia economía, que no es otra que el servicio a la persona y a su dignidad. Por ello, los sistemas de producción y el sistema económico que lo sostiene han de velar por la dignidad del trabajo», ha añadido.
En este sentido, según el obispo, urge cambiar «el paradigma económico que lo impregna todo» para sustituirlo por un nuevo modelo «humanista y humanizador». Para él, se trata de un «gran reto» que hay que afrontar socialmente.
Por ello, la política ha de promover un trabajo para todos que genere un ambiente social constructivo. «Este es el objetivo de la política buena, de la mejor política, que sabe construir el bien común sobre el cimiento de la persona», ha subrayado.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol ha recordado que el trabajo es una acción típicamente humana que no solo afecta cuantitativamente en lo que a él empleamos el tiempo, sino que cualitativamente también condiciona por lo que se refiere a la calidad, las condiciones, las formas o las repercusiones del mismo.