El Parlamento de Galicia, con los votos mayoritarios del PPdeG, ha rechazado este miércoles tres iniciativas presentadas por la oposición –una del BNG y dos del PSdeG– con medidas para paliar la crisis energética, industrial y la inflación en la Comunidad, así como la subida del precio de los combustibles provocada por la guerra de Ucrania.

Una de las iniciativas más amplias la ha presentado este miércoles en el pleno la diputada del Bloque Olalla Rodil. Esta proposición no de ley (PNL), que ha contado con el ‘no’ de los populares y la abstención de los socialistas, incluía la creación de una estrategia autonómica de eficiencia energética, un Instituto Galego de Crédito, un plan con horizonte en 2030 que aumentase hasta el 25 por ciento el peso de la industria en el PIB de la Comunidad, más inversión en I+D+i y un pacto gallego por la ciencia, entre otras cuestiones.

Eso sí, la parlamentaria del BNG ha aprovechado su intervención para arremeter contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien dimitirá de su cargo esta semana tras dejar a Galicia en una situación de «excepcionalidad» desde que «hace dos meses» era señalado para tomar las riendas del PP nacional.

«Nunca en la historia de este país un presidente se marchó en medio de la legislatura dejando un gobierno interino, sin impulso, más preocupado de los líos internos del PP y de la sucesión del presidente del partido que de la situación que viven los miles de personas que viven en nuestro país», ha recalcado Rodil.

Así, frente a la «mayor crisis de precios» que atraviesa Galicia «en 40 años», el BNG ve una Xunta «dedicada 24 horas y siete días a la semana» a «buscarle a quién echarle la culpa de todo»: «Al Estado, al bipartito, a Bildu, al independentismo catalán, a Pedro Sánchez, al chachachá y, por supuesto, desde las últimas elecciones, a la Yoko Ono que es el Bloque Nacionalista Galego».

Además, ha tirado de ironía para darle la «enhorabuena» a Feijóo porque, tras 13 años en el Gobierno gallego con mayorías absolutas, «no consiguió ninguna competencia nueva para este país». Del mismo modo, Rodil ha censurado que fuese el encargado del «mayor ataque a los derechos lingüísticos de los gallegos de la democracia» con el decreto del plurilingüismo en la enseñanza.

Desde el Grupo Socialista, que ha optado por la abstención, su portavoz, Luís Álvarez, ha dicho coincidir en las críticas de los nacionalistas a la gestión de Feijóo, pero ha cuestionado algunas medidas como la creación de un Instituto Galego de Crédito y se ha preguntado «cómo es posible que pidan que Galicia se declare libre de eólica marina pero haga una apuesta por revitalizar estos sectores».

Al hilo de esto, Álvarez ha puesto encima de la mesa medidas socialistas como ampliar la red de viveros de empresas, recuperar actividades deslocalizadas y fomentar el emprendimiento, frente a la nula «política de desarrollo industrial e innovación» que llevó a cabo Feijóo en 13 años: «El panorama no puede ser más desolador».

Por parte del PPdeG, Marta Nóvoa ha lamentado que el BNG llevase al pleno un plan «que dice que transformaría estructuralmente la economía gallega». «Y para eso utilizan el catecismo del nacionalismo de siempre», ha añadido, en referencia a medidas como «nacionalizar empresas» o «una tarifa eléctrica gallega» que sería «ruinosa».

Así, la diputada popular ha reivindicado que Galicia tiene una industria para «estar orgullosos» y una economía que en 2020 y en 2021 tuvo «un mejor comportamiento que la media del Estado». «Galicia no tiene un problema de ámbito industrial, sino de ámbito energético generado por el Partido Socialista en Madrid», ha alegado.

AYUDAS A AFECTADOS POR LA CRISIS DE COMBUSTIBLES

El PPdeG también ha impedido, con sus votos en contra, que saliese adelante otra PNL de los socialistas que solicitaba destinar el 50% de lo que recibe la Xunta por el impuesto de hidrocarburos que recauda el Estado, con el objetivo de articular «ayudas directas a los sectores más desfavorecidos» por el alza de los precios.

La diputada Patricia Otero (PSdeG) ha puesto el foco en que el Ejecutivo gallego no dedicase «nada» de fondos propios a paliar esta crisis del combustible: «El modo que tiene la Xunta de gobernar es alejarse, decir que no tiene competencias y criticar al Gobierno central».

Así, Otero ha dicho que si el 58% del impuesto sobre los hidrocarburos se transfieren a las comunidades autónomas, la Xunta tiene «margen de maniobra» para que la mitad de esa cuantía, «sobre 277 millones de euros», se destinen en ayudas a los sectores más desfavorecidos.

Por su parte, el diputado del BNG Daniel Pérez ha criticado que el Gobierno gallego se mantuviese «como un mero comentarista» y «de perfil» ante esta crisis, si bien ha censurado la actitud del Ejecutivo estatal, con medidas «escasas» que no tienen «un efecto real y efectivo», como la rebaja de 20 céntimos por litro de gasolina.

Desde el PPdeG, Pedro Puy ha calificado de «arenque ahumado» la iniciativa de los socialistas, porque pretenden «echar mucho olor para tapar las cosas que realmente existen». Según ha esgrimido, la Xunta «está haciendo muchas cosas en el ámbito de sus competencias» como préstamos a las estaciones de servicios que tienen que adelantar el descuento en los combustibles, reducciones de tasas a la ITV y mantener las autopistas autonómicas como «las más bajas del Estado» en peajes.

«Por tanto, no estamos en un ‘pimpampum’ de pedirle solo al Estado», ha asegurado Puy, quien seguidamente ha tachado de «impracticable» el plan con 277 millones de euros del PSdeG porque la recaudación de los hidrocarburos «ya están en los presupuestos» de la Xunta para 2022, que están «equilibrados».

BATERÍA DE PROPUESTAS DEL PSDEG

Del mismo modo, los populares han tumbado este miércoles otra PNL, debatida el martes, por la que el PSdeG demandaba una amplia batería de medidas ante las consecuencias para la economía gallega de la guerra de Ucrania. Entre otras propuesta, requiere adecuar el Plan Estratéxico de Galicia 2022-2030 por el nuevo escenario, una nueva política industrial frente a la crisis de suministros, apoyo a empresas afectadas y redefinir la política tributaria.

«No podemos seguir con las misas hojas de ruta que aplicaron en las crisis anteriores», afirmó el diputado socialista Gonzalo Caballero, quien abogó por medidas «de impulso y keynesianas», pues de la «gran recesión» se aprendió que las recetas de austeridad no son válidas, según defiende. En otras medidas, demandó revertir la reforma del impuesto de patrimonio que se hizo «a favor de los millonarios».