La justicia ha reconocido el derecho a percibir una indemnización cuatro veces mayor a la impuesta en primera instancia a un hombre de Pontevedra que perdió un testículo a consecuencia de un golpe que se vio agravado por la mala atención recibida en el Servizo de Galego de Saúde.
El fallo, emitido por la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia el pasado 7 de marzo y contra el que cabe recurso de casación, eleva a 45.729,04 euros la indemnización que debe abonar la Administración autonómica al paciente, que en el momento de los hechos tenía 41 años.
De este modo, el tribunal da la razón al reclamante y tumba el recurso presentado por el Sergas al considerar que el hombre recibió una atención deficiente en el Complexo Hospitalario de Pontevedra, al que acudió tras sufrir un golpe fortuito en los genitales a principios del mes de abril de 2018 que le provocó una torsión testicular.
La sala determina que hubo «una demora en la atención médica prestada al recurrente» en la que existió «mala praxis» al haberse demorado tanto el diagnóstico como la intervención, practicada once horas después de acudir al hospital.
Así, los magistrados inciden en su fallo en que el servicio de radiología «tardó cuatro horas en informar del diagnóstico de torsión testicular al facultativo del servicio de urgencias y la intervención se practicó a las 10,00 horas del 6 de abril de 2018, esto es, transcurridas once horas desde el ingreso, siendo una intervención de no más de media hora».
Remarcan que no existe justificación alguna para esa demora, que tampoco puede ser atribuida al paciente, quien acudió sólo y conduciendo al hospital, algo que hizo que se descartase en el primer momento que las lesiones fuesen de gravedad.
Y es que el paciente tardó varias horas en acudir a urgencias después de recibir el golpe, ya que, en un primer momento, el fuerte dolor que padecía cesó para regresar a mostrarse horas más tarde, cuando, además, percibió una inflamación en uno de sus testículos. «No se puede culpar a quien, siendo un paciente, sin conocimientos médicos, acude cuando realmente siente dolor y observa inflamación en el testículo», establece la sala.
Así las cosas, el TSXG eleva de los 12.000 euros reconocidos inicialmente a 45.729,04 euros, en los que incluye los casi 4.000 euros que el paciente destinó a costearse un tratamiento en la sanidad privada, donde un facultativo le recomendó operarse de urgencia para extirpar el testículo afectado.