El sector del cerco gallego volverá a faenar desde el próximo lunes 28 de marzo, decisión que se ha adoptado en asamblea por parte de Acerga junto con el resto de principales entidades del cantábrico aglutinadas en Opescantábrico –que agrupa a la mayoría de los productores de bajura del Cantábrico (gallegos, vizcaínos, guipuzcoanos y cántabros)–.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de Acerga, Andrés García, ha señalado que las embarcaciones que forman parte de esta asociación, la principal del cerco en Galicia –cuenta con 121 cerqueros–, esperan «buenas noticias» por parte del transporte y que finalmente quede levantado a partir de este viernes en su totalidad.
«Esperamos que levanten y trabajar con normalidad «, ha manifestado, en plena campaña de la caballa. «Todo el mundo es consciente de que hay que salir a trabajar, aunque las cosas son como son, detrás tenemos unas tripulaciones que tienen que ganar dinero», ha enfatizado, en relación a todos los trabajadores de las embarcaciones.
Así, ha manifestado que esperan que «de una vez por todas» puedan regresar a la actividad y que «todo el país empiece a funcionar, porque el país lo necesita». «No hay que pedir (al sector) nada, estamos en el mismo buque, el gasóleo nos afecta a todos», ha sentenciado.
CANTABRIA
Por su parte, el presiente de la Federación de Cofradías de Cantabria, César Nates, ha destacado que la flota de cerco del noroeste del Cantábrico ha sido «la única» de España que ha estado amarrada dos semanas durante la costera de la anchoa, «la más importante del año para muchos barcos», y la del verdel, y teniendo el pescado «delante de nuestras costas».
Según ha criticado, la Federación Nacional de Pesca levantó este jueves el amarre de la flota tras un paro de tres días, a pesar de que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, «no les ha concretado nada» en la reunión, a la que «no nos dejaron ir».
A su juicio, lo que deberían haber hecho todos es permanecer amarrados hasta el próximo 29 de marzo, día en el que se van a concretar las medidas.
«A pesar de todo eso hemos hecho el esfuerzo de amarrar para poner encima de la mesa los problemas que tiene el sector, que es que el gasóleo está por las nubes y que nosotros no podemos repercutir a los compradores en nuestros aumentos de costes de producción», ha indicado Nates, que ha apuntado que «no vamos a ser la única flota que va a estar amarrada».
La flota de cerco del Cantábrico-Noroeste, integrada por cerca de 160 buques, decidió permanecer amarrada a puerto la semana pasada por el «inasumible» precio del gasóleo y a la espera de las medidas que adoptara el Ministerio de Pesca. A esos barcos, centrados en la costera de la anchoa, también se sumaron los de otras artes de la comunidad autónoma, unos 80 más.