La refugiada y activista afgana Nadia Ghulam ha invitado a los internos del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña) a «no ponerse límites» en sus vidas y a perseverar para dejar atrás episodios oscuros.
«Si yo pude, ellos también», ha aseverado la activista durante su participación en una charla organizada en el centro por la fundación Esplai.
Allí, Ghulam ha relatado su vida, marcada por la salida de su país, Afganistán, donde sufrió la violencia y la exclusión social por ser mujer.
Cuando tenía ocho años, una bomba cayó en la casa de Nadia, que permaneció dos meses en coma y otros dos años de recuperación en hospitales.
En el momento en el que abandonó el hospital, los talibanes habían ocupado el poder, imponiendo un régimen fundamentalista que discrimina a la mujer.
Nadia decidió vestirse con la ropa de su hermano, fallecido en la guerra, para poder continuar sus estudios y ayudar a su familia. Con 21 años, abandonó Afganistán para ser tratada de sus heridas en España.
«Cuando llegué suspendí toda la educación a pesar de llegar con el bachillerato aprobado en Afganistán. Seguí sin ponerme límites y pude superar el curso superior de integración social», ha señalado la activista, que cree que los internos tienen en su vida un espejo en el que mirarse para salir adelante.
«Si yo pude superar esas situaciones difíciles, ellos también pueden», ha subrayado Nadia Ghulam, quien este martes fue recibida por la conselleira de Política Social, Fabiola García, en la sede del Gobierno gallego.
«Hoy más que nunca, con una guerra tan presente como la que está a librar Rusia contra Ucrania, tenemos la obligación de no dejar caer esa lucha y ese pequeño grande éxito en saco roto», sinalou a conselleira de Política Social.