La CIG prepara movilizaciones en protesta por el «desmesurado» incremento de los precios y para demandar soluciones al Gobierno central, al que acusa de «no hacer nada» para hacer frente al alza de la carestía de la vida.
Las protestas arrancarán con cuatro concentraciones ante las sudelegaciones del Gobierno en Galicia el próximo 29 de marzo, jornada en al que se celebra el Consejo de Ministros en el que está previsto que se apruebe el paquete de medidas para hacer frente al incremento de precios en energía y combustibles.
Una semana más tarde, el 5 de abril, la central nacionalista convoca una manifestación en Santiago «en defensa de la industria y el empleo en Galicia». Saldrá del Campus Sur a las 11,00 horas.
Todo ello, según ha avanzado el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, este jueves, para reclamar medidas ante la «situación de emergencia nacional» que atraviesa Galicia por la crisis económica provocada por la pandemia, a la que se suma ahora la inflación.
La CIG plantea un paquete de medidas orientadas a paliar el incremento de los precios en combustible, energía y bienes básicos que urge a adoptar al Gobierno, a quien, asimismo, demanda «que no aproveche la guerra de Ucrania para ir más allá en las políticas neoliberales».
«Es imperdonable que un Gobierno denominado de izquierda siga sin tomar medidas de intervención pública en la economía, sin llevar adelante cambios profundos en las políticas económicas y fiscales», ha remarcado Carril, que califica de «indecente» que el Ejecutivo que comparten PSOE y Unidas Podemos acuerde «de forma antidemocrática y sin aprobación parlamentaria destinar más dinero público a armamento».
También critican el denominado Plan de Respuesta Económica a la Guerra, que la central nacionalista entiende como una estrategia basada en la «contención salarial» que «consolida» los sueldos bajos y la «pobreza laboral». INTERVENCIÓN PÚBLICA
Como vía para atajar la escalada en el precio de la factura de la luz, la CIG propone que el Estado intervenga en el sector eléctrico, ya que el español «es el único mercado de la UE en el que la última tecnología en entrar en el pool es la que marca el precio».
Además de reclamar una reforma «profunda» del sistema energético estatal y reivindicar para Galicia una «tarifa eléctrica» propia, Carril incide en que es necesario blindar el poder adquisitivo de los trabajadores con incrementos en los salarios del 4,5%.
En cuanto a los combustibles, la propuesta de la CIG va en la línea de establecer un precio máximo para la gasolina y el diésel por un período de seis meses tomando como referencia los precios que había en las gasolineras el 24 de febrero.