La Xunta creará un plan de formación para el personal de las escuelas infantiles, que permitirá «actualizar, mejorar e innovar» en los proyectos educativos de los centros gallegos.
El director xeral de Familia, Infancia e Dinamización Demográfica, Jacobo Rey, y el gerente del Consorcio Galego de Igualdade, Perfecto Rodríguez, han participado este viernes en las jornadas sobre los retos en la educación de 0 a 3 años, con profesionales del sector, que se han celebrado en la Cidade da Cultura.
En estas jornadas, profesionales de distintos centros de toda la Comunidad han tenido la oportunidad de conversar y compartir experiencias sobre su trabajo y los retos de cara al futuro, a través de dos mesas redondas. Entre los temas a debate se trataron metodologías y acciones innovadoras, el fomento de la atención a la diversidad o el uso de espacios exteriores para la vida cotidiana.
Jacobo Rey y Perfecto Rodríguez han resaltado que las escuelas infantiles han demostrado ser, además de un servicio de conciliación fundamental, un lugar en el que los más pequeños «ganan en habilidades y dan sus primeros pasos cara el conocimiento». Así, han puesto de relevancia «el importante papel que desempeñan los profesionales» de este sector en la identificación de posibles problemas en el desarrollo y fomentando su creatividad.
GRATUIDAD DE TODAS LAS ESCUELAS
Los representantes del Gobierno gallego han recordado que Galicia lleva años ofreciendo facilidades de acceso a esta etapa educativa para las familias. En este sentido, apuntaron que la Comunidad fue la primera en ofrecer la gratuidad de esta educación para segundos hijos y sucesivos y será la primera en ampliarla a todos los niños en todas las escuelas infantiles a partir del próximo curso académico. La medida beneficiará a 30.000 familias gallegas y contará con una inversión de 30 millones de euros.
De este modo, han apuntado, «la Xunta fomenta la igualdad de oportunidades y permite que los niños discurran por todas las fases de la enseñanza», desde la infantil hasta el bachillerato, sin que sus padres «tengan que pagar ni un solo euro».