Las familias de las víctimas del naufragio del ‘Villa de Pintanxo’, tripulación con 24 miembros de los que solo han sobrevivido tres y otros 12 están desaparecidos, agradecen la «solidaridad» de los otros barcos que han colaborado y seguirán haciéndolo para tratar de encontrar los cuerpos que faltan por localizar, pero piden medios específicos para la búsqueda y, en este sentido, quieren que se implique el Gobierno de España.
Tras iniciar las movilizaciones, que han dicho que no dejarán atrás hasta hacer todo lo posible, varios familiares se reunieron este viernes en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra con Maica Larriba, casi dos horas de encuentro de las que han salido, dijeron, con las «manos vacías».
Hasta la reunión se desplazaron Aura y Mercedes, pareja y sobrina de Martín Quino, Carolina, mujer de Jonathan Calderón, Jorge González, hermano de Fernando, y María José de Pazo, hija de Fernando de Pazo.
Precisamente, María José de Pazo ha insistido en que «cada hora que pasa es más difícil» y que con la llegada del fin de semana, se complica la situación. «Hemos salido abatidos, otra vez palabras, pero hechos ninguno», ha lamentado, antes de hacer un «llamamiento» para que «no les hagan esto, que es una tortura».
«No estamos pidiendo nada fuera de lo normal, que España mande algún medio», ha enfatizado, al tiempo que ha puesto en duda los compromisos de reanudación de las labores de búsqueda por parte de Canadá, alegando, entre otras cuestiones, que la predicción del tiempo es conocida y que si hubiese esa intención se concretarían plazos.
MEDIOS ESPECÍFICOS
Áurea ha advertido de que los tres barcos pesqueros que se han sumado a la vigilancia «no están para la búsqueda, van a estar trabajando y si encuentran a algún cadáver o fallecido, lo tendrán, pero especificamente no es un barco de rescate, van a estar faenando». «Nada más», ha incidido.
Las familias aseguran que los barcos pesqueros que van a estar en vigilancia lo hacen «por iniciativa propia», porque ellos mismos algunos son amigos de los otros tripulantes y porque ellos «han pedido a su capitán colaborar». «Por solidaridad entre compañeros», han señalado.
O como dijo el hermano de Fernando González, porque «piensan que si les pasar a ellos» les dejarían igual. «Es triste, están avergonzados, porque les pudo pasar a ellos», ha apuntado.
«AVERGONZADOS Y DOLIDOS»
«Están tan avergonzados y dolidos, ellos no los van a dejar tirados, son doce familias llamando, mendigando medios, no nos hacen caso y ellos están dolidos», ha explicado. María José de Pazo ha puesto como ejemplo que si hay un incendio ella puede ir «con un caldero, pero no tiene un camión de bomberos».
La «angustia» de las familias se ha repetido a la puerta de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, en donde han agradecido a los pesqueros que hicieron las primeras labores, gracias a los cuales «hay tres supervivientes».