El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, avisa de que «el argumento de que hacen falta salarios bajos no se sostiene», ya que países del entorno con «mucho mejores niveles de empleo» cuentan con costes salariales más elevados.
Así lo ha afirmado en Santiago de Compostela en un desayuno de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), en donde ha expuesto que «la competitividad española no tiene que ver con costes laborales, pues hay «margen más que suficiente» al situarse actualmente por debajo de otros países europeos.
Al respecto, advierte de que los problemas de competitividad de España tienen más que ver con «la innovación, la formación y muchas otras cosas como el tamaño de la empresas».
De hecho, observa que los bajos salarios han provocado «un aumento de la desigualdad evidente» en España en las últimas décadas, por lo que defiende la puesta en marcha del Impuesto Mínimo Vital (IMV) ante niveles «absolutamente insostenibles» de renta y pobreza en comparación con otros países europeos.
Y es que «España tiene un problema de insuficiente formación y cualificación de la fuerza de trabajo». Afirma que la «alta rotación» en el empleo provoca que los empresarios inviertan menos en la formación de sus empleados, lo que «dificulta poder aspirar a mejores trabajos, trabajos más productivos y también empresas más productivas».
Llama a atajar la temporalidad, puesto que el mercado de trabajo español sufre tasas de paro «sistemáticamente» mucho más altas que en la UE, lo que «genera problemas enormes».
FLEXIBILIZACIÓN INTERNA DE EMPRESAS
En este sentido, cree «absolutamente fundamental» reducir la precariedad para tener empleos más cualificados e incrementar el trabajo indefinido.
Eso sí, al mismo tiempo aboga por mayor «flexibilidad interna» de las empresas. Pone de ejemplo el mecanismo de los ERTE usado durante la crisis provocada por la pandemia.
Expone que «la flexibilidad interna es la alternativa que funciona en los países del entorno muy bien», lo que se incluye en la reforma laboral.
Sobre este punto, valora cómo «se protegió» a los empleados y para que volviesen al mercado de trabajo, hasta tener actualmente unos 400.000 trabajadores más que antes de la crisis.
ESPAÑA, «EL PRIMERO DE LA CLASE»
El ministro ha puesto en valor el trabajo realizado por el Gobierno en la crisis para demostrar que «las cosas se pueden hacer de forma distinta» y con reformas como la laboral a través del «consenso» con los agentes sociales.
En esta línea, valora el trabajo realizado por España en el Plan de Recuperación y Resiliencia. «Ahora somos el primero de la clase», ha asegurado en referencia a que haya sido el primer país en recibir fondos de recuperación europeos. Ensalza que hay unas «bases sólidas» para un crecimiento «sostenible e inclusivo».