El exconcejal de Democracia Ourensana (D.O.) Miguel Caride ha afirmado, tras dimitir como edil y como diputado provincial, que «en realidad» hace «bastante tiempo» que se quería «marchar». Entre sus argumentos, ha señalado que la política «es un mundo de lobos» en el que él ya no se ve «capaz de aportar».
«La realidad es que hace bastante tiempo que me quería marchar. Era algo notorio en mi círculo íntimo y en el círculo político ourensano, antes del verano ya tuve el papel hecho para presentarlo, la gente me pidió que aguantará y aguanté pero ha llegado el punto en el que no hay ningún tipo de posibilidad», ha manifestado Caride, en declaraciones a Europa Press.
Su intención no es continuar en la política, de hecho ha asegurado que la experiencia dentro de la misma le ha servido para darse cuenta de que «no vale para esto». «No considero que tenga las características que tiene que tener una persona que se dedica a política y menos a política municipal. No me siento capacitado», ha defendido.
Así, ha esgrimido que en su oficio –abogado desde hace 33 años– se siente capacitado y feliz pero que en la política, precisamente por «ser neófito», cree que le pasaron «muchas de las cosas» que le sucedieron. «Esto es un mundo de lobos en el que yo ya no me considero capaz de aportar», ha proclamado.
Entre las características que dice que tiene que tener quien se dedica a política municipal ha hecho especial mención a que «no es un juego y es algo que hay que tomarse muy en serio» porque las decisiones «afectan no a uno mismo, sino en el caso de Ourense, a 105.000 personas más».
Para eso, «hay que ser prudente, tener mucha formación, saber escuchar, mucha capacidad de relación, mucha mano izquierda, ser muy valiente, ser muy honesto, tener mucha lucidez mental y sobre todo recordar que te vas a enfrentar a mucha gente y hay que tener una coraza».
«MUCHO INDIVIDUALISMO»
Además la experiencia en la corporación municipal ha dicho que le ha servido para darse cuenta de que «en Ourense hay poca conciencia de comunidad, hay mucho individualismo» .
De este modo, ha trasladado que quien se meta en política tiene que hacerlo con una fuerte vocación y una personalidad todavía más fuerte, «cosas que escasean» y que por eso «generalmente» se encuentran «alcaldes mediocres o alcaldes malos» aunque a veces «salga algún alcalde que cumpla todas las características y sea fabuloso, eso, aunque sea idealista es lo que necesita Ourense. «Yo no cumplo esos requisitos», ha apostillado.
«NINGÚN TIPO DE INTERÉS»
Todos estos motivos también han formado parte de su decisión de no continuar con el resto de ediles críticos de Democracia Ourensana en la nueva formación, Coalición de Centro Democrático de Ourense.
«Yo no tengo ningún tipo de interés en política y entiendo que en esta nueva formación, al igual que el PP, el PSOE o el BNG, están orientados totalmente hacia el 2023,a las elecciones, hacen todo pensando en captar este capital de voto necesario y yo ya no estoy en eso. Ya no tengo perspectiva de cara al 2023», ha remarcado.
Además, ha esgrimido que la nueva formación tiene un componente ideológico que «va más allá» de lo que puede ser su pensamiento sobre cómo gestionar la ciudad e incluso desde el punto de vista político «no comulgó mucho con los planteamientos ideológicos», aunque, con todo, asegura que le desea toda la suerte.