La viuda del periodista David Beriain, Rosaura Romero, ha recogido este jueves el premio Fernández Latorre, concedido por esta fundación en su LXIII edición, como reconocimiento a un profesional con ganas de «ver y contar», con «pasión por escuchar para tratar de entender».
Así lo ha expuesto ante las autoridades presentes en un acto celebrado en la sede de La Voz de Galicia, en el polígono de Sabón (Arteixo).
«Era un alma inquieta», ha expuesto su viuda, que ha destacado sus «grandes valores». También recordó que escogió el periodismo porque «le maravillaban las conservaciones». «Solía decir que en esos sitios, de realidades extremas, la naturaleza humana encuentra su máxima expresión», ha manifestado también sobre los lugares en los que estuvo como corresponsal.
Sobre David Beriain, que trabajó en La Voz de Galicia y que fue asesinado en Burkina Faso en abril de este año, el presidente de la Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, ha destacado que «nunca se arredró».
«Porque sabía que su empeño y su vocación eran absolutamente necesarias». De él, ha dicho también que nombrarle es elevar la profesión del periodismo «a su mejor definición de arrojo, entrega y servicio».
UN REFERENTE
En similares términos, se ha expresado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que subrayó que el mérito de David Beriain residía no solo en su «humanismo curioso» o en el riesgo que asumía como corresponsal.
«En su trabajo hay entrega y rigor, pero también se refleja respeto a los protagonistas», ha resaltado en una intervención en la que ha remarcado la referencia que debe suponer el homenajeado de este año, a título póstumo, para las futuras generaciones de periodismo.
«Un ser humano que conservaba las mejores virtudes cuando a su alrededor dominaba el caos, el sufrimiento y la guerra», ha apostillado sobre la labor de Beriain, que fue uno de los pocos reporteros que consiguió entrar con una cámara en los campamentos de las FARC, que logró entrevistar a terroristas talibanes, a niños sicarios o a supervivientes de Fukushima.