La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha prorrogado la medida de prisión provisional, comunicada y sin fianza acordada para los tres tripulantes del narcosubmarino interceptado en la ría de Aldán, en Cangas (Pontevedra), en 2019.
En concreto, la medida ha sido prorrogada durante dos años dada la proximidad de la fecha de celebración del juicio, que tendrá lugar el próximo mes en la Audiencia Provincial de Pontevedra, según detallan fuentes judiciales.
El tribunal ha considerado que persisten los motivos por los que se acordó el ingreso en prisión provisional de los tres tripulantes del batiscafo, es decir, riesgo de fuga y las altas penas de cárcel que conllevan los delitos por los que están investigados.
La Fiscalía pide penas de 13 años y medio de cárcel para cada uno de los siete acusados vinculados al cargamento de más de 3 toneladas de cocaína que fueron transportadas en un narcosubmarino que se hundió en la ría de Aldán, en Cangas (Pontevedra) en noviembre de 2019.
El Ministerio Público acusa a las siete personas implicadas de un delito contra la salud pública agravado por tratarse de una cantidad de notoria importancia y que causa grave daño a la salud, por el uso de una embarcación y por cometerse en el seno de una organización internacional. Por ello, pide que cada uno de los acusados sea condenado a una pena de 13 años y 6 meses de cárcel, y al pago de dos multas de 300 millones de euros.
OPERACIÓN
La Guardia Civil, Policía Nacional y Agencia Tributaria pusieron en marcha el 21 de noviembre de 2019 un operativo de vigilancia tras recibir una alerta del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico, con sede en Lisboa, sobre la presencia de un semisumergible que navegaba por el Océano Atlántico hacia Galicia
Según los investigadores, la intención de los tres tripulantes del ‘narcosubmarino’ era trasvasar la droga a otra embarcación que la trasladaría a tierra. No obstante, el mal tiempo, unido al hecho de que se vieron sorprendidos por el operativo policial, obligó a los ocupantes del batiscafo a hundir la nave a la entrada de la ría de Aldán y tratar de huir.
En ese momento, fueron detenidos dos de los tripulantes, de nacionalidad ecuatoriana (los únicos extranjeros) y, días después, el tercer tripulante. Posteriormente, las investigaciones llevaron a la detención de otras cuatro personas supuestamente vinculadas con este alijo.