La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado sentencia de conformidad condenando a cuatro años de prisión a Rubén L.N. como autor de un delito de homicidio intentado, por haber tratado de matar al amante de su prometida en una vivienda de Vigo.
Los hechos ocurrieron en junio de 2020 e, inicialmente, la Fiscalía pedía para el acusado ocho años de cárcel. Sin embargo, las partes han alcanzado un acuerdo y no ha sido necesaria la celebración del juicio.
Así, el ministerio público ha modificado su escrito de acusación para introducir la circunstancia atenuante muy cualificada de reparación del daño, toda vez que el acusado ya consignó 9.000 euros de los más de 28.400 euros que se le reclaman en concepto de indemnización al perjudicado.
Además de la pena de prisión, el tribunal ha impuesto a Rubén L.N. el alejamiento de la víctima y la prohibición de comunicarse con él durante un período de ocho años.
HECHOS
Según el escrito de acusación pública, los hechos, que han sido admitidos por el acusado, se produjeron en junio de 2020 cuando el procesado apareció, de forma sorpresiva y de madrugada, en casa de los padres de su novia y la sorprendió manteniendo relaciones sexuales con otro hombre en un sofá situado en una zona de churrasquera de la vivienda.
El acusado, cuya relación de pareja con esta mujer se inició en 2017, había pedido a su novia esa misma tarde que se casara con él, a lo que ella accedió. Después de estar juntos, ambos se despidieron y cada uno se fue a su domicilio, pero la joven quedó esa noche en su casa con unos amigos.
Finalmente, solo se presentó uno de los amigos a la cita y la mujer y él mantuvieron relaciones íntimas esa noche. Precisamente, en plena madrugada, el novio se presentó en el domicilio y sorprendió a ambos en pleno acto sexual.
AGRESIÓN
Entonces, el acusado se dirigió hacia el amante de su prometida y, armado con un objeto punzante «tipo cuchillo», le causó lesiones en un muslo. La víctima no conocía a su agresor ni tampoco la relación que mantenía con la chica y así se lo transmitió, a pesar de lo cual, el acusado volvió a arremeter contra él, clavándole el objeto en el tórax y los brazos, mientras le gritaba: «Te voy a matar, hijo de puta».
El amante logró huir, semidesnudo, saltando la verja de cierre de la vivienda y, una vez en la calle, se escondió a unos metros de un coche aparcado, en cuyo interior había una persona. El hombre se acercó, agachado al vehículo, y lanzó a su interior su teléfono, al tiempo que pedía a la persona que estaba dentro que pidiera ayuda.
Mientras tanto, el presunto agresor entró en el domicilio donde vivía su novia y cogió dos cuchillos. Armado con ellos salió en busca del amante, que trató de huir arrastrando la pierna y sangrando por las heridas.
El atacante solo se detuvo cuando un coche se interpuso entre ambos. A continuación, se dio la vuelta, tiró los cuchillos en un contenedor, y se dirigió a la vivienda de sus padres, que estaba cerca de allí.