El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha defendido que hace diez años el anuncio del fin de la violencia por parte de ETA supuso «una buena noticia», aunque la «disolución definitiva es más reciente, se produjo en 2018», pero ha advertido que, aún hoy, quedan pasos «pendientes» y se dan «cosas que francamente» le disgustan, como los homenajes a etarras o que el Gobierno se «apoye» en Bildu, «soporte político» de la banda terrorista.
«Lo fundamental se ha conseguido, que ETA se haya disuelto a cambio de nada y gracias al tesón, esfuerzo y aguante de la sociedad española. Pero aún quedan pendientes algunas cosas, el reconocimiento de las víctimas, que se plasme la verdad y que se pida perdón por parte de quienes tanto daño causaron a tanta gente», ha proclamado, tras participar en Santiago en una jornada de conmemoración de los 40 años de la autonomía gallega.
En declaraciones a los medios, ha rebajado el gesto de Arnaldo Otegi al reconocer el «sufrimiento» de las víctimas. «De las palabras de Otegi y el sinfín de comunicados que ETA y quienes les apoyaron han hecho a lo largo de los años no voy a hacer comentarios porque sirven para poco. Lo que me importan son los hechos», ha esgrimido.