La Xunta de Galicia y la Universidad de Vigo mantienen su colaboración en una segunda fase de la intervención arqueológica que se está realizando en el archipiélago de Ons, en busca que vestigios que aporten información sobre relaciones comerciales en época romana.
Según ha informado la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda (que gestiona el Parque Nacional das Illas Atlánticas), los trabajos de esta segunda fase se iniciaron el pasado 4 de octubre y son realizados por el Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedad y Territorio (GEAAT) de la Universidad de Vigo.
El objetivo es avanzar en el conocimiento de las relaciones comerciales en época romana de esta isla, excavando en una de sus ‘factorías’ de salazón, situada en la playa de Canexol, y en el castro dos Mouros. La iniciativa se enmarca en un convenio de colaboración firmado con el Parque Nacional das Illas Atlánticas.
En este caso, los trabajos durarán unas tres semanas y serán la continuación de una primera fase de la intervención, que se produjo en abril pasado. Entonces ya se llevaron a cabo tareas de limpieza, registro y sondeos por parte del GEAAT, realizados en el marco de proyecto de investigación Galtfish.
ACTUACIÓN
En esta segunda intervención, los investigadores prevén finalizar la excavación de la pila de salazón romana que se encontró en abril pasado en la playa de Canexol. Se trata de una estructura que está en muy buen estado de conservación, con un muro de casi dos metros de alzada.
Los arqueólogos esperan llegar hasta el fondo de la pila, recoger muestras de mortero y estudiar los posibles niveles de abandono para obtener, si es posible, restos de ictiofauna (peces) que permitan conocer qué especies se salaban en esa factoría.
La segunda zona de trabajo es el castro dos Mouros, donde ya en abril se localizaron a través de un sondeo unas estructuras que podrían estar relacionadas con la parte más baja del castro.
La actuación científica pivota sobre cuatro ejes: limpieza de la vegetación superficiel con control arqueológico, prospección con métodos geofísicos y geomagnéticos, excavación y conservación. El objetivo es determinar la «potencia arqueológica» del yacimiento, conocer su configuración interna y datar con la mayor precisión posible su ocupación.
Los arqueólogos también pretenden recuperar algo de material para conocer qué tipo de relaciones comerciales tenían las personas en la isla, cómo vivían o cómo era su cultura material. En la primera semana de trabajo de campo en esta segunda fase, los científicos ya han logrado descubrir los dos primeros muros, y algunos restos, entre los que destacan unas monedas de época romana.