El Parlamento ha aprobado por unanimidad de los grupos pedir al Gobierno central el establecimiento de bonificaciones en los peajes de la autopista AP-53, que une Santiago y Dozón.
La iniciativa partió del PPdeG y reclama en concreto rebajas «similares» a las que se acaban de aplicar en la AP-9, «teniendo especialmente en cuenta a los usuarios recurrentes y a los transportistas e incluyendo a las familias numerosas».
En su turno, el popular Diego Calvo ha advertido de que es «a día de hoy la –autopista– más cara de Galicia», toda vez que el trayecto de ida y vuelta, de 45 kilómetros, lo ha situado en 12 euros.
Además, ha señalado que «la alternativa» es la N-525, que tiene una limitación a 50 km/hora «en gran parte de los tramos» y «atraviesa zonas urbanas con un tráfico intenso».
Por su parte, la socialista Patricia Otero ha afirmado que su grupo no se opone a esta solicitud pero cree que «también es el momento de que la Xunta dé un paso adelante» y aplique bonificaciones en la AG-55 y en la AG-57.
En cualquier caso, ha lamentado que «durante los gobiernos de Mariano Rajoy no dijeron nada y pudo haber hecho esa bonificación que ahora el PP gallego trae a debate». «Decía que es cuestión de voluntad política y es la que tienen cuando no tienen responsabilidades en Madrid», le ha reprochado a Calvo.
Por su parte, el nacionalista Xosé Luis Bará ha censurado los peajes «abusivos» de esta autopista pero ha avisado al PP de que son «corresponsables» de esta situación.
Además, tanto la diputada del PSOE como el del BNG han recriminado al del Partido Popular sus palabras sobre la AP-9. «El colmo es que nos venga a hablar de las transferencias. ¿Cómo tienen tanta cara? ¿Cómo se atreven?», le ha espetado Bará, después de que Otero le acusase de «mentir» y «tergiversar la realidad».