La votación de una iniciativa legislativa popular en defensa de la consolidación del empleo público, rechazada con 39 votos en contra del PPdeG, ha suscitado la polémica en la Cámara y ha generado las quejas de la oposición al haber entrado el presidente, Alberto Núñez Feijóo, y el portavoz del grupo mayoritario, Pedro Puy, una vez que ya había sido ordenada por el jefe del Legislativo, Miguel Santalices.
El artículo 85 del reglamento del Parlamento recoge que las votaciones «no podrán interrumpirse por causa alguna». Añade que durante el desarrollo de una de ellas, la Presidencia no concederá el uso de la palabra y «ningún diputado podrá entrar en el salón ni abandonarlo salvo caso de fuerza mayor y con la venia de la Presidencia».
Así, las quejas se han producido con especial intensidad por parte del Grupo Socialista y las ha verbalizado Pablo Arangüena, mientras que Miguel Santalices ha justificado que se mantengan las puertas abiertas durante las votaciones debido a la situación de la pandemia del coronavirus –al igual que ocurre con las de la tribuna, donde este martes volvió a haber invitados a primera hora–.
«Si no, saben ustedes que las mando cerrar de inmediato», ha continuado Santalices, quien ha aclarado, en todo caso, que ni el presidente gallego ni el portavoz podían participar en la votación. «Pero yo no voy a impedir a nadie que entre y se siente», ha esgrimido.
Finalmente, la votación se ha llevado adelante y la iniciativa ha sido rechazada por la mayoría popular, ya que un total de 39 diputados dijeron ‘no’.
Tanto el presidente como el portavoz la siguieron desde su escaño, pero no participaron en la misma siguiendo la directriz del jefe del Legislativo.