Los trabajos de ‘mulching’, aplicación de paja en terrenos quemados por incendios, han arrancado este miércoles en la zona afectada por el fuego forestal que arrasó más de 1.700 hectáreas en el municipio lugués de Ribas de Sil.
Estas tareas se llevan a cabo en las áreas más dañadas por el fuego para evitar arrastres de ceniza con las lluvias, según explica en un comunicado la Xunta, administración encargada de los trabajos.
La técnica del mulching permite crear una cubierta protectora del suelo a través de materiales como la paja de cereales (trigo, cebada o centeno). Puede aplicarse con un helicóptero (helimulching) en las zonas de más pendiente y de forma manual (mulching) en los puntos accesibles a pie.
Estas técnicas de ‘mulching’ se aplicarán en las zonas más dañadas, que son entre el 5% y el 10% de la superficie total afectada, según los datos de la Consellería de Medio Rural.
Los técnicos del CIF de Lourizán observan un daño bajo en la mayor parte del terreno. También constatan la falta de afección a los cauces de los ríos Sil y Lor, ya que no conectan con las zonas arrasadas al existir barreras naturales que evitan el arrastre de cenizas a los cauces fluviales.
La vegetación dominante es el pino maduro (‘Pinus pinaster’), lo que augura una buena regeneración natural en los próximos meses, así como matorrales de brezo, también con buena capacidad de rebrote.