Una unidad móvil de atención podológica atenderá las urgencias y necesidades de los peregrinos en las últimas etapas del Camino francés. El servicio será itinerante y se desplazará a los municipios de Compostela, O Pino, Melide y Arzúa este mes septiembre y parte de octubre.
En concreto, se trata del proyecto ‘A los pies del peregrino: Unidad Móvil podológica en el Camino de Santiago’, presentado este martes de la mano la Asociación de Municipios del Camino de Santiago (AMCS), la Diputación de A Coruña y la Fundación Podoactiva.
La unidad lleva tres días ante las instalaciones del Albergue de Peregrinos del Monte do Gozo, su punto de partida, donde ha atendido a cerca de 30 personas con los problemas habituales derivados de largas caminatas, como rozaduras, ampollas o uñas encarnadas.
El servicio estará prestado por profesionales de la Fundación Podoactiva, que ofrecerán además consejos prácticos para el cuidado de pies a lo largo de su recorrido y para tratar las aliviar las dolencias del trayecto. La unidad cuenta con una sala de espera, un sillón podológico con sistemas de pulido y aspiración, climatización e iluminación.
Asimismo, tiene capacidad para atender a una media de 20 o 30 personas diarias y permanecerá cada dos días en los albergues públicos de O Monte de O Gozo, O Pino, Arzúa, Ribadiso y Melide hasta el 18 de octubre, donde dará servicio en horario de 14,00 a 20,00 horas.
APELA A LA TRADICIÓN
Durante el acto de presentación, el alcalde de O Pino, Manuel Taboada, destacó el valor de esta iniciativa «que pone el foco de nuevo en los peregrinos y en ofrecerles los mejores servicios posibles».
En esta línea, Xoxé Igrexias, teniente de alcalde de Melide, incidió en que el proyecto apela a la «tradición y «la labor asistencial» y que se realizaba en muchos de los monasterios y albergues, con el «lavado de los pies» entre cada etapa del Camino.
El director gerente de Podoactiva, Miguel Subirá, destacó la colaboración entre todas las partes para poder impulsar estas actividades y acercarlas a la sociedad.
Finalmente, Antonio Leira, diputado de la Diputación coruñesa, consideró que la afluencia de visitantes del Camino Francés justifica la necesidad de atención de las necesidades de los peregrinos para mejorar su experiencia.