La periodista Rosa María Calaf ha reivindicado un periodismo que visibilice «lo que se quiere callar», coincidiendo con su participación en el V Encuentro Acampa por la Paz.
En una comparecencia ante los medios, ha afirmado también que los daños al medioambiente equivalen a una «violación de los derechos humanos» y defendió que la labor de los medios de comunicación debe ser «humanizar» la información sobre el calentamiento global.
Lo hizo durante una rueda de prensa en el V Encuentro Acampa, en la que ha estado acompañada por el escritor guineano Juan Tomás Ávila, el fotoperiodista Javier Corso, y el coordinador de la Red Acampa, Xosé Abad.
Para Calaf, la labor de los medios es contribuir al «conocimiento de las sociedades». Para ello, consideró que los ciudadanos deben estar informados. «Para formarse una opinión basada en hechos plurales y veraces».
Rosa María Calaf recordó que el periodismo «debe visibilizar lo que se quiere callar». La periodista dijo que esto «nunca fue sencillo, pero que ahora tiene una dificultad añadida». Señaló algunos problemas como la tecnología, a la que consideró como «maravillosa», pero también como una «enemiga».
Otro de los problemas que denunció Calaf es la intención de algunos medios de «manipular» a la opinión pública para «servir a determinados intereses». Al hilo de ello, afirmó que el periodismo tiene que hacer que la gente «piense» y no lo contrario, pero que muchas veces buscan entretener a la sociedad con intenciones «mercantilistas».
TIEMPO PARA INFORMAR
El fotoperiodista Javier Corso, en la línea de Rosa María Calaf, afirmó que el papel del periodista es «hacer entender el mundo». Para llevar a cabo esta labor, Corso considera que «es más importante el tiempo que el dinero».
Dijo también que los ciudadanos deben buscar un periodismo «veraz, crítico y fuera de la inmediatez» del mundo actual. Su paso por los medios no fue bueno, y recordó que sufrió un «desengaño» al no poder realizar la labor que buscaba. Por ello montó su propia productora y alabó la labor de Acampa, ya que para el fotoperiodista, «si los medios no nos dan los espacios, lo tenemos que crear nosotros».
PRODUCIR PARA COMER
Por su parte, el escritor guineano Juan Tomás Ávila denunció la «especulación con la comida» que hay en el primer mundo. Puso como ejemplo su sorpresa al ver como tiraban un sobre de cacao que no utilizaba por completo en una cafetería. El guineano recordó que en su país se «producía para comer» y que nunca tirarían comida a la basura.
Ávila criticó también que mientras el pueblo guineano sufre «la falta de muchas cosas», el hijo del dictador «viajaba con 16 millones de dólares». Para acabar con este problema, el escritor pidió que los países no tengan relaciones con «ladrones» y que la gente luche en su comunidad para no tener «líderes corruptos».