Galicia ha registrado un verano ligeramente frío, con una temperatura media de 18,8 grados y un nivel de precipitaciones superior al habitual en un 20% entre junio y agosto.
Según el informe climatológico del verano de este año elaborado por MeteoGalicia, durante estos meses, la temperatura fue 0,29 grados inferior a la media, principalmente debido a los valores registrados en junio y julio, que no pudieron ser compensados por los de agosto.
La primera quincena de junio fue anticlónica, mientras durante la segunda se produjo el acercamiento de algunas borrascas y zonas de aire frío, lo que conllevó que se registrasen temperaturas más bajas de lo habitual para esa época del año.
Posteriormente, en julio, la presencia de aire frío en el Atlántico norte impidió que las altas presiones se localizasen al norte de la península Ibérica y se registraron temperaturas medias por debajo de lo esperado, en especial en Pontevedra y el sur de A Coruña. Esta situación supuso que la temperatura media se situase en 19 grados, con una anomalía de -0.66 grados, y que este mes resultase frío.
Mientras, en agosto, se observó una predominancia de situaciones anticiclónicas, excepto durante la primera semana del mes, en la que predominaron las borrascas. Después, se registraron jornadas de sol y calor que no pudieron evitar que la temperatura media se situase lejos de los parámetros habituales.
PRECIPITACIONES
Asimismo, este verano las precipitaciones fueron un 20% superiores al periodo de referencia. El mes más húmedo del periodo analizado fue junio, con un porcentaje de lluvias de un 102% superior a los valores habituales, con una media de 96 litros por metro cuadrado.
En julio, la provincia de Pontevedra y el sur de la de A Coruña representaron las únicas zonas en las que se registraron niveles normales de precipitaciones, que fueron casi nulas en muchas localidades. Así, la media se situó en 19 litros por metro cuadrado en ese mes en la comunidad. Finalmente, en agosto, las precipitaciones fueron un 32% inferiores a la media pese a las lluvias registradas en los primeros días.
El precedente más frío y húmedo se remonta al verano de 2018, cuando la temperatura media se situó en 19,8 grados y las precipitaciones fueron un 32% superiores a la media.