Agentes ambientales dependientes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda localizaron la semana pasada a un furtivo que pescaba truchas en el río Tambre en época de veda y utilizando un arte de captura masiva prohibida.
En el momento en que fue interceptado, llevaba una cesta con 71 truchas de las que tan solo seis alcanzaban la medida mínima legal permitida en el tramo fluvial.
La actuación, según informa la Xunta, se enmarcó en un operativo conjunto contra la práctica de actividades ilícitas en torno a la pesca continental, en el que además de cuatro agentes pertenecientes a las jefaturas territoriales de Pontevedra y A Coruña colaboró la Guardia Civil.
Los hechos se produjeron en la madrugada del 13 de agosto, después de que personal del Distrito XVI Deza-Tabeirós iniciase un operativo de control del pescador, residente en el municipio pontevedrés de Agolada y al que tenían bajo seguimiento desde hacía dos meses.
El presunto furtivo comenzó su actividad en el río Tambre, a su paso por Boimorto, y en el momento en que se dirigía de vuelta a su vehículo, los agentes lo interceptaron.
En ese momento comprobaron que llevaba un macuto con una cesta en laque contabilizaron un total de 71 truchas, en su mayor parte de talla ilegal. También portaba una ‘chumbeira’ –red de pesca de forma circular y provista de plomos al rededor que se utiliza en lugares de poca profundidad y cuyo uso está prohibido– y un vadeador, material que le fue incautado junto con los ejemplares del cesto.
El hombre mantuvo una actitud, según la Xunta, de «escasa colaboración» con los agentes, dificultando su actividad inspectora. De hecho, se negó a facilitar la entrega del material y tras darles el contenido del macuto «huyó precipitadamente en su vehículo», apunta.
Por esta razón, los funcionarios de la consellería dieron aviso de lo ocurrido a la Guardia Civil, que envió una patrulla de apoyo esa misma noche y los acompañó hasta el domicilio del pescador, en Agolada, donde no pudieron localizarlo hasta dos días después.
Tras identificarlo, los agentes del servicio de Patrimonio Naturalle notificaron que iba a ser denunciado por desarrollar una actividad de pesca con una arte prohibida en horas y época inhábil, negarse a su identificación, darse a la fuga y por desobediencia a los requerimientos de los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, este último hecho denunciado también ante la Delegación del Gobierno.
Por la comisión de los hechos descritos, el presunto furtivo podrá ser sancionado, por lo menos, por dos infracciones graves incluidas en la ley de pesca continental de Galicia.
Todo el pescado incautado fue entregado en el establecimiento de beneficencia Cottolengo del Padre Alegre, en Santiago. En cuanto a la ‘chumbeira’, el macuto con el cesto y el vadeador, están depositados en la Estación Ictiolóxica de Ximonde, dependiente de Medio Ambiente.