La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el humo de los incendios «es un riesgo para la salud porque los incendios de vegetación generan contaminantes atmosféricos tóxicos en forma de gases y partículas».
A través de un comunicado, la Oficina Regional para Europa de la OMS señala que varios países europeos, entre ellos Albania, Grecia, Israel, Italia, Macedonia del Norte y Turquía, están sufriendo graves incendios forestales que «suponen un riesgo para la salud de las personas y las comunidades». Los incendios son causados tanto por el calor excesivo durante las olas de calor, combinado con fuertes vientos, como por factores de origen humano.
«Los efectos del humo van desde la irritación de los ojos y las vías respiratorias hasta trastornos más graves, como la reducción de la función pulmonar, la bronquitis, la exacerbación del asma y la muerte prematura», apunta la OMS.
De la misma forma, el humo de los incendios forestales también puede contribuir a «una mayor exposición a la contaminación atmosférica a distancias más largas con efectos más a largo plazo». «Las partículas son capaces de penetrar profundamente en los conductos pulmonares y entrar en el torrente sanguíneo, lo que provoca principalmente impactos cardiovasculares y respiratorios», añaden al respecto.
En este contexto, instan a «evitar la exposición al humo de los incendios forestales en primer lugar». «Permanezca en el interior si es seguro. Durante estos episodios de alta contaminación, todas las personas, especialmente las de riesgo, los niños y los ancianos, deben permanecer en el interior en la medida de lo posible y evitar la ventilación directa con el aire exterior. Sintonice con los servicios de emergencia locales para estar al tanto de cualquier instrucción de reubicación o evacuación», recomiendan.
Igualmente, aconsejan mantener la casa fresca y reducir otras fuentes de contaminación del aire interior, como fumar cigarrillos, utilizar estufas de gas propano o de leña, rociar productos en aerosol y freír o asar alimentos, para compensar en parte el aumento de la carga de partículas del aire exterior. Cerrar las ventanas y las persianas y trasladarse a la habitación más fresca de la casa, especialmente por la noche, son otros de los consejos de la OMS.
Por otra parte, piden reducir los desplazamientos innecesarios. «Si los desplazamientos son imprescindibles, los conductores de vehículos de motor deben utilizar los faros durante el día para mejorar la visibilidad», recuerdan. Por último, recomiendan utilizar mascarilla si hay que salir al exterior, sobre todo si se está expuesto a concentraciones elevadas de partículas.