Un centenar de trabajadores de Ence ha boicoteado en Pontevedra la lectura del pregón de las fiestas de La Peregrina, a cargo de la baterista Violeta Mosquera, a base de constantes gritos, haciendo sonar silbatos y bocinas, golpeando sus cascos contra las vallas y lanzando petardos y botes de humo.
Los empleados de la pastera han llegado a romper el perímetro de seguridad cuando las autoridades —el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores; la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva; y la concejala de Festas, Carme da Silva, entre otros representantes municipales del BNG y del PSOE-se retiraron del palco de la Alameda, siendo custodiados por agentes antidisturbios de la Policía Nacional y la Policía Local, entre empujones e insultos por parte del personal de la fábrica.
Los trabajadores se concentraban en una parte de la Alameda desde minutos antes del acto, al que se podía acceder previa reserva, mientras otro sector del perímetro estaba ocupado por ciudadanía en general, entre la que se encontraban simpatizantes de colectivos ecologistas como la Asociación pola Defensa da Ría (APDR) de Pontevedra.
Al finalizar la lectura del pregón, el público que había seguido el acto y abandonaba el recinto fue increpado e insultado por los empleados de Ence, que se apropiaron de los folletos impresos con el texto de la intervención de la pregonera y se los lanzaron a los asistentes, entre gritos de «Ence sí, paro no» y «Ence está en loita».
El momento de mayor tensión se produjo cuando el alcalde de Pontevedra y las demás autoridades abandonaron el palco de la música, donde permanecieron varios minutos, para dirigirse a un local de hostelería próximo. En ese breve trayecto, los agentes protegieron al regidor municipal del acoso físico y verbal de los trabajadores, que volvieron a arrojar folletos, además de producirse algún conato de agresión.
Durante el tiempo que Miguel Fernández Lores, Carmela Silva y Carme da Silva permanecieron en el local, llegaron a formarse dos bandos, separados por la calle y sendos cordones policiales: por una parte, un grupo de personas que corearon consignas contra la empresa, como «Ence, peche xa» y «A ría é nosa e non de Celulosas»; por otro lado, los trabajadores de la empresa, que continuaron protestando ruidosamente y desplegando una pancarta con el lema «Ence si».
COMITÉ DE EMPRESA
Esta ha sido la primera movilización conjunta de los comités de empresa de las oficinas centrales y de la fábrica, representadas de forma mayoritaria por CC.OO. y CIG, respectivamente, y con el apoyo de las empresas auxiliares y los sectores forestal y del transporte.
«Mientras Pontevedra está de fiesta, Ence no está de fiesta, está en lucha y seguiremos todas las semanas, si hace falta», ha advertido el vicepresidente del comité de la fábrica, Modesto Graña, que ha atribuido los incidentes a las «provocaciones» por parte de los partidarios del cierre de la empresa.
Graña ha asegurado que «no estaba previsto» que se produjesen altercados: «Yo solo vi agresión verbal, no he visto otra cosa», ha señalado, sobre el momento en el que se rompió el cordón de seguridad. «El ambiente estaba caliente y se cayó en esas provocaciones, no hay que darle más importancia», ha concluido.
«Nunca estamos satisfechos cuando hay violencia», ha explicado la presidenta del comité de las oficinas, Ana Cedeira, argumentando que son «trabajadores» cuyo objetivo era «hacer ruido» durante el acto de apertura de las fiestas de la ciudad.
«No me gustan este tipo de actos y no lo justifico, pero comprendo cómo están mis compañeros», ha concluido Ana Cedeira, recordando que la empresa «ya se ha posicionado» y está dispuesta a ampliar sus instalaciones en Navia, «pero a Navia no podemos ir todos, con el resultado de que 400 personas se van al paro y más de 5.000 familias se quedan sin trabajo», ha concluido.
GOBIERNO LOCAL
Por su parte, la edil de Festas, Carme da Silva, ha responsabilizado directamente a la dirección de Ence y ha rechazado que los incidentes se debiesen a «personas descontroladas», argumentando que «fue una decisión premeditada» y atribuyendo el «comportamiento violento» a que «tenían orden de reventar el pregón y lo reventaron».
Carme da Silva ha calificado lo sucedido como «una falta absoluta de respeto a la sociedad de Pontevedra y a la pregonera», reprochando a los manifestantes que no respetasen ni siquiera la intervención de Violeta Mosquera, a quien ha agradecido su «entereza, dignidad y saber estar» a pesar de las condiciones en las que ha realizado su intervención.
La concejala de Fiestas ha destacado los «momentos de enorme violencia y agresividad» que se produjeron cuando los trabajadores de Ence se dirigieron hacia las autoridades: «Si no hay personas lesionadas de gravedad, como el alcalde, fue por la Policía Local que, en muchos momentos, paró los golpes dirigidos a quienes íbamos saliendo», ha precisado, sin llegar a valorar la intervención en coordinación con los antidisturbios de la Policía Nacional.
POSIBLES ACCIONES
Precisamente, el gobierno municipal esperará a conocer el informe de la Policía Local para valorar si el ayuntamiento de Pontevedra ejercerá alguna acción judicial, en alusión a los posibles «daños en un oído» que habría sufrido uno de los músicos que amenizaba el acto en sus prolegómenos, cuando uno de los petardos lanzados por los trabajadores de Ence explotó en la parte posterior del palco donde se realizaba la lectura del pregón.
«Tenemos muchos antecedentes de cuando la empresa manda parar la violencia, la violencia para», ha insistido la edil nacionalista, que ha criticado los anuncios previos por parte de los representantes de los trabajadores sobre que «se iban a comportar y respetar el pregón», aunque «el comportamiento ha sido totalmente diferente», ha añadido, recalcando las «agresiones con elevada violencia que pararon los agentes de la Policía Local».
APDR
Situado entre el público que acudió a la Alameda de Pontevedra en torno al perímetro de seguridad y en el extremo opuesto al que ocupaban los empleados de la fábrica, el presidente de la APDR, Antón Masa, ha asegurado que había recibido insultos –a los que no ha respondido– por parte de los trabajadores. «Ence se ha colocado hoy en contra de la ciudadanía de Pontevedra, que no puede disfrutar de las fiestas», advirtiendo del «coste social» que le acarreará a la empresa.
En cuanto al personal de la pastera, Masa ha recordado que «se equivocan de enemigos, que no son ni el BNG ni el PSOE, ni la APDR, ni la ciudadanía de Pontevedra», sino «la propia empresa, junto con el sindicato CCOO y el PP». El presidente del colectivo ambiental ha reprochado a los representantes de los trabajadores que «en vez de defender los puestos de trabajo, han defendido siempre los intereses de la empresa, a la que le importa tres pitos los empleados, porque se marchará a donde le resulte más rentable la mano de obra y el precio de la madera».
PREGÓN
En cuanto al pregón de Violeta Mosquera, la integrante del grupo de punk rock gallego Bala no ha aludido en su intervención al conflicto laboral en Ence, centrándola en su experiencia vital en Pontevedra durante los últimos años, el impacto de la crisis causada por la pandemia en el sector cultural y su compromiso social con el cuidado del medio ambiente, el feminismo e incluso su activismo antitaurino.
«¡Y si queréis ruido de verdad, en Campolongo esta noche, eso sí que va a ser ruido!», ha ironizado Violeta Mosquera al final del pregón, refiriéndose a la sonora pitada de los trabajadores de Ence frente a la potencia musical del concierto que ofrecerá con su compañera de Bala, Anxela Baltar.