El grupo automovilístico Stellantis obtuvo un beneficio de 6.926 millones de euros en los primeros seis meses del año, frente a las pérdidas de 1.234 millones de euros que presentó en el mismo periodo de 2020.
El gigante fruto de la fusión entre PSA y FCA registró unos ingresos netos de 75.310 millones de euros hasta el 31 de junio de este año, lo que representa un aumento del 45,75% con respecto a los 51.668 millones de euros del primer semestre del ejercicio previo.
El beneficio antes de impuestos alcanzó los 7.288 millones de euros, según los resultados semestrales presentados este martes. Esta cifra supone recuperar el signo positivo frente a las pérdidas de 26 millones de euros del mismo periodo en 2020.
«Me gustaría dar las gracias calurosamente a todos los empleados de Stellantis por su enfoque sobresaliente en la excelencia operativa y la ejecución de sinergias que han llevado a la compañía a lograr resultados financieros muy sólidos en el primer semestre», explicó el CEO de Stellantis, Carlos Tavares.
«Mientras brinda este sólido desempeño operativo, la compañía también logró un progreso significativo en asuntos estratégicos relacionados conaceleración de electrificación y software, que son pilares fundamentales de nuestra estrategia», ahondó Carlos Tavares.
PLAN DE ELECTRIFICACIÓN
En cuanto a las expentativas para el segundo semestre del año, Stellantis espera que el margen operativo ajsutado ronde el 10%. De la misma manera, asume que no habrá un mayor deterioro del suministro de semiconductores y ni más bloqueos importantes en Europa y EE.UU.
Dentro del plan estratégico del grupo, la electrificación de la flota avanza «a toda velocidad» con el lanzamiento de 11 modelos eléctricos puros (BEV) y 10 híbridos enchufables (PHEV) durante los próximos 24 meses.
También trabaja en el desarrollo de la gama de vehículos comerciales ligeros totalmente electrificados en Europa, junto con furgonetas medianas de pila de combustible de hidrógeno, para finales de 2021.
Por último, sigue adelante con la anunciada tercera «gigafábrica» para Termoli (Italia) y la transformación de la planta de Ellesmere Port (Reino Unido) en la primera fábrica puramente de vehículos eléctricos puros (BEV) de la compañía para finales de 2022.